WASHINGTON, D.C.— En medio del posible ingreso de Estados Unidos a la guerra entre Israel e Irán, el avión E-4B Nightwatch, conocido como el avión del fin del mundo, aterrizó este jueves en la Base Conjunta Andrews.
El E-4B está diseñado para funcionar como centro de mando aéreo en caso de guerra nuclear, y su presencia en la capital ha despertado alarma entre analistas y observadores internacionales.
La nave despegó desde Bossier City, Luisiana, y realizó una ruta inusualmente larga, bordeando la costa este antes de aterrizar en Maryland. Su misión: asegurar la continuidad del gobierno en un eventual conflicto de gran escala.
El avión, fabricado por Boeing, puede volar 12 horas sin recargar combustible y cuenta con zonas de comunicación, salas de reuniones, conferencias y descanso. Está diseñado para albergar al secretario de Defensa y otros altos mandos del aparato militar.
Su despliegue, no confirmado oficialmente por el Pentágono, se da en medio de crecientes rumores sobre un posible ataque preventivo contra las instalaciones nucleares de Irán.
Aunque la Casa Blanca insiste en que “todas las opciones están sobre la mesa”, el aterrizaje del Nightwatch parece confirmar que el gobierno de Trump se prepara para un escenario extremo.
