El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anunció un nuevo avance en la estrategia binacional para contener el gusano barrenador del ganado (New World Screwworm, NWS): la apertura de una instalación aérea de dispersión de mosca estéril en Tampico, Tamaulipas, que permitirá reforzar las operaciones en el noreste de México y ampliar la cobertura en regiones como Nuevo León.
La sede en Tampico se incorpora al sistema de respuesta conjunta entre Estados Unidos y México para evitar que la plaga avance hacia el norte y afecte la frontera agrícola. Según el USDA, la capacidad aérea en esta zona permitirá respuestas más rápidas y una mayor cobertura territorial.
“Esta instalación es una herramienta crucial para detener el avance del gusano barrenador. Nos permite una operación más flexible y amplia en el norte de México”, declaró la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke L. Rollins, al anunciar el nuevo centro operativo.
La funcionaria destacó que la contención del NWS es “una prioridad para toda la Administración Trump” e informó que la semana pasada sostuvo una reunión con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y con el titular de la Secretaría de Agricultura, Julio Berdegué, para revisar los protocolos conjuntos y fortalecer las acciones inmediatas.
Hasta ahora, las operaciones aéreas solo se realizaban desde el sur de México, lo que obligaba al USDA a utilizar cámaras terrestres de liberación en estados del norte. Con la nueva instalación en Tampico, la agencia podrá ejecutar dispersión aérea regular en el noreste del país, una zona considerada prioritaria por su cercanía con la frontera estadounidense.
Actualmente, el USDA dispersa 100 millones de moscas estériles por semana en México como parte de su estrategia de supresión y control. La producción de estos insectos se realiza en la planta COPEG de Panamá, considerada el eje regional de la batalla contra la plaga.
Aunque México sigue reportando casos de NWS, la mayoría se concentra en el sur del país. Las detecciones más al norte ocurrieron en Nuevo León, el 20 de septiembre y el 5 de octubre, en ganado transportado desde Chiapas.
Ambos casos están ya inactivos y no se han hallado nuevos ejemplares en trampas o animales.
Con la capacidad aérea en Tampico, el USDA anunció que dejará de utilizar cámaras terrestres en Nuevo León y migrará completamente a dispersión aérea, considerada más eficiente para abarcar grandes extensiones y zonas de difícil acceso.
El USDA detalló que está realizando inversiones paralelas para ampliar su capacidad de respuesta:
21 millones de dólares para apoyar la modernización de la planta de producción de mosca estéril en Metapa, Chiapas, lo que duplicará la capacidad de producción a partir del verano de 2026.
Construcción de una nueva instalación de dispersión en Moore Air Base, en Edinburg, Texas, con operaciones previstas para inicios de 2026.
Aceleración del diseño de una planta de producción en Sur de Texas, proyectada para alcanzar una capacidad máxima de 300 millones de moscas estériles por semana.
El USDA confirmó que mantiene un trabajo coordinado con SENASICA, la autoridad sanitaria mexicana, mediante el Plan de Acción Conjunto contra el Gusano Barrenador, que guía los protocolos de vigilancia, trampas y movimiento de animales para impedir una expansión hacia el norte.
Rollins explicó que ambas naciones están realizando una revisión integral de las operaciones activas en México para garantizar que todos los procedimientos técnicos se están cumpliendo, especialmente ante la llegada del invierno, cuando la movilidad del insecto puede cambiar.
La inauguración de la planta en Tampico marca un punto clave en la estrategia binacional, ya que permitirá actuar con mayor rapidez ante posibles brotes fuera del sur del país y fortalecer la barrera de contención antes de que la plaga se acerque a la frontera ganadera de Estados Unidos.
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