—Destacará la gober el avance sustancial del Juárez Bus
—Sheinbaum se rasga las vestiduras cuando habla de Soberanía
—Presidenta con el síndrome de la Chimoltrufia
Todo listo para el Tercer Informe regional de la gobernadora Maru Campos que rendirá hoy por la tarde en la unidad administrativa María Morelos y Pavón que alberga pueblito mexicano.
La gober ya hizo lo propio el pasado sábado en la capital del estado sede de los tres poderes. Previo a su mensaje que ofreció en el Centro de Convenciones, el grupo parlamentario de Morena en el Congreso local protestaron en contra del gobierno marucampista.
Los morenos tomaron la tribuna cuando el número dos de palacio estatal, Santiago de la Peña acudió a entrega el Tercer Informe de Gobierno en representación de la gobernadora. Allí en la torre legislativa los diputados de Morena acusaron al gobierno de Chihuahua de hacer fraude en la elección del Poder Judicial.
Sin embargo, esa protesta de los guindas no apocó en nada el evento que encabezó la gobernadora Campos para rendir su informe. Allí en el Centro de Convenciones, Maru dejó varios mensajes políticos entre el que destacó que el futuro de Chihuahua no se negocia.
También afirmó categóricamente que ella sigue siendo quien comanda el barco para enfrentar los retos futuros. Campos enfatizó que el futuro de Chihuahua no se negocia, ni se entrega, por lo que trabajará al límite de sus fuerzas y capacidades para consolidar su proyecto.
Ante representantes de los distintos sectores de la sociedad, dio a conocer los avances alcanzados en materia de salud, educación, obra pública, seguridad y económica.
Así que hoy en Pueblito Mexicano se espera la crema y nata de los diversos sectores juarenses para escuchar el mensaje de la gobernadora que seguramente destacará los avances en materia de seguridad pública y el transporte del Juárez Bus.
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La presidenta de México Claudia Sheinbaum habla de soberanía y se rasga las vestiduras cuando la soberanía no tiene subdivisiones. Invoca fácilmente el “más si osare” al enfatizar que la coordinación con el gobierno de Estados Unidos es aceptable, pero la subordinación nunca.
¿Cómo puede la presidenta tener convicción cuando envía a la frontera 10 mil elementos de la Guardia Nacional para evitar la migración, revive la guerra contra el narco -emulando al expresidente Felipe Calderón- y va en contra de su padrino Andrés Manuel López Obrador, cuya idea de “abrazos no balazos” nunca dio resultados? Además, su gobierno recientemente mandó 11 extradiciones y 29 expulsiones de capos del narco como una ofrenda a Donald Trump.
En materia antinarcóticos Sheinbaum se aleja de su hacedor AMLO y se acerca cada vez más a su Némesis Felipe Calderón.
Todo lo anterior obedece a las indicaciones del presidente de los Estados Unidos. La soberanía no es solo territorial; también es intelectual, cultural, política, administrativa, etc. Sin embargo, el pueblo “bueno y sabio” celebra la soberanía discursiva y pide a gritos millones de banderas nacionales y Castillos de Chapultepec.
Mientras tanto, la narrativa “fake” en las mañaneras del Pueblo sigue en su apogeo: cortinas de humo, peleas inventadas contra molinos de viento, satanización del pasado, vilipendio del poder judicial e insistencia en verse como los héroes salvadores de México del siglo XXI.
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La presidenta Claudia Sheinbaum declaró que el país no requiere inversionistas extranjeros para su desarrollo energético y petrolero. Esto fue mencionado recientemente durante la inauguración de la nueva Central de Ciclo Combinado Salamanca, en Guanajuato.
¿Y por qué el gobierno presume tanto cualquier Inversión Extranjera Directa (IED)? No cabe duda, el síndrome de la Chimoltrufia -como dice una cosa dice otra-, vaya que desfachatez.
Sheinbaum también declaró este fin de semana que no descarta ir por el expresidente Enrique Peña Nieto, después de la presión de Estados Unidos que exige al gobierno de México actuar contra los norco políticos.
La presidente se está tardando, y es que ya fueron seis años del presidente Andrés Manuel López Obrador y nunca pasó nada contra Peña. Sería bueno que la primera mandataria actúe más y hable menos. ¿No cree?
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