En el corazón del desierto de Judea, un equipo de arqueólogos israelíes ha descubierto una estructura piramidal de más de 2,200 años de antigüedad, lo que podría reescribir la historia de la región.
El hallazgo se realizó en Nahal Zohar, una zona famosa por sus rutas de senderismo, y ha desconcertado a los investigadores, quienes aún debaten cuál era su función original.
Bajo las ruinas, se encontraron documentos en papiro con inscripciones en griego, monedas antiguas, armas y herramientas, lo que sugiere que la pirámide pudo haber sido un punto de control en una antigua ruta comercial que conectaba el mar Muerto con el Mediterráneo.
Entre las hipótesis que manejan los arqueólogos está la posibilidad de que haya servido como torre de vigilancia, un puesto de cobro de impuestos o incluso una tumba reutilizada en distintas épocas.
Este hallazgo forma parte de un proyecto de investigación más amplio para proteger los restos arqueológicos del desierto de Judea, donde ya se han identificado más de 900 cuevas con miles de artefactos.
El misterio de la pirámide de Nahal Zohar sigue sin resolverse, pero cada nuevo descubrimiento acerca a los arqueólogos un poco más a comprender la historia oculta bajo la arena del desierto.