Estambul vive una de las mayores olas de protestas en más de una década tras la detención de Ekrem Imamoglu, alcalde de la ciudad y principal rival del presidente Recep Tayyip Erdogan en las elecciones de 2028. Desde su arresto el 19 de marzo, más de 2 mil personas han sido detenidas y al menos 260 han sido encarceladas.
Las manifestaciones, que iniciaron frente al Ayuntamiento de Estambul, se han extendido a 55 de las 81 provincias del país. Pese a la prohibición gubernamental y la represión policial, ciudadanos continúan saliendo a las calles, algunos disfrazados para evitar ser identificados por las tecnologías de reconocimiento facial implementadas por el gobierno.
El gobierno de Erdogan ha restringido el acceso a internet y exigido a la red social X cerrar más de 700 cuentas opositoras. Además, varios periodistas que cubrían las protestas han sido arrestados, entre ellos el reportero sueco Joakim Medin, acusado de “insultar al presidente” y de ser “miembro de una organización terrorista armada”.
Erdogan ha acusado a los manifestantes de “sembrar el terror en las calles” y ha intensificado la represión contra la oposición, en un contexto de creciente tensión política en el país.
