TIGER CREEK, FLORIDA – Lo que comenzó como una tranquila tarde en canoa terminó en tragedia para Cynthia Kay Diekem, de 61 años, quien fue atacada mortalmente por un caimán de más de tres metros en los pantanos del Parque Estatal del Lago Kissimmee.
Según el informe de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC), la canoa donde viajaban Cynthia y su esposo pasó sobre el reptil oculto en aguas poco profundas, lo que provocó una reacción letal. El caimán atacó de inmediato, dio una voltereta mortal y se alejó nadando con la víctima.
El cuerpo fue recuperado horas después. El reptil implicado fue capturado por expertos de la FWC, que ahora investigan si se siguieron los protocolos de seguridad en esta zona conocida por su alta población de caimanes.
Florida tiene más de 1.3 millones de caimanes, y aunque los ataques a humanos son raros, han aumentado con el crecimiento de urbanizaciones cercanas a zonas húmedas. Desde 1948, se han registrado 442 ataques no provocados, de los cuales 26 han sido fatales.
“La gente subestima su poder y territorialidad”, explicó el herpetólogo Frank Mazzotti, quien insiste en que la prevención es clave. No remar en zonas densas y mantener distancia de los bordes puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
En medio del duelo, la familia de Cynthia pide que se le recuerde por su amor a la naturaleza. “Amaba el agua y la vida, no queremos que su memoria quede reducida al ataque”, expresó su sobrina. La FWC evalúa nuevas medidas de seguridad mientras el frágil equilibrio entre humanos y fauna salvaje sigue tensándose en Florida.