Redmond, EE.UU. — Microsoft ha decidido dejar atrás una de las imágenes más temidas por los usuarios de computadoras: la pantalla azul de la muerte. A partir de la nueva actualización de Windows 11, los errores fatales se mostrarán en una pantalla negra.
Este cambio responde a un rediseño estético del sistema operativo, con una interfaz más minimalista. Aunque el fondo cambia de azul a negro, los códigos de diagnóstico y mensajes de error seguirán apareciendo para ayudar a los usuarios a identificar fallas.
Introducida en Windows 3.0, la BSOD (Blue Screen of Death) fue durante años el símbolo del colapso tecnológico. En sus versiones más modernas, incluía emojis y códigos QR para facilitar su comprensión. Sin embargo, Microsoft asegura que la estabilidad de Windows 11 ha mejorado considerablemente.
Los usuarios verán esta nueva pantalla a partir de la actualización prevista para finales del verano. No obstante, los expertos en tecnología recuerdan que, aunque el diseño cambie, los errores críticos seguirán siendo igual de graves.
El nuevo rostro del pánico digital ya tiene nombre: Black Screen of Death. Solo queda esperar que nunca tengas que verla.
