Los pronósticos de un inicio trepidante entre las dos franquicias más representativas de las Grandes Ligas (MLB) se cumplieron, Freddie Freeman emuló uno de los grandes capítulos en la historia del Dodger Stadium conectando un grand slam de oro con el que los Dodgers de Los Ángeles dejaron en el terreno a los Yankees de Nueva York con una victoria por 6-3 este viernes en un electrizante Juego 1 de la Serie Mundial.
Freeman, quien ha sido marcado por un esguince en el tobillo derecho desde el final de la temporada regular y durante toda su participación dentro de los playoffs, disparó el cuadrangular con bases llenas en la décima entrada luego de haber sido una duda en la alineación debido a su estado físico.
Así como Freeman, otro Dodger se cubrió de gloria de la misma manera que él 36 años atrás.
Los Dodgers y su afición volvieron con una enorme sonrisa a casa luego de ganar el primer juego de la Serie Mundial celebrado en el Dodger Stadium después de 36 años. El último desafío de un Clásico de Otoño que se había celebrado en Chávez Ravine fue el 16 de octubre de 1988, un día después de que Kirk Gibson, también en un Juego 1 y de igual forma lastimado de una pierna, escenificó uno de los momentos más grandes en la historia de las Grandes Ligas bateando un jonrón ante el estelar cerrador Dennis Eckersley que dejó en el terreno a los Athletics.
Recordar que los Dodgers se coronaron campeones de la Serie Mundial 2020 en la semi burbuja que se creó dentro del Globe Life Field de Arlington, Texas, escenario que recibió con asistencia limitada los seis juegos del Clásico de Otoño.
Aunque el gran ambiente generado por las 52,390 personas que colmaron el Dodger Stadium se mantuvo desde el inicio y estalló con el espectacular final, la jornada fue ciertamente agridulce por la despedida de una leyenda como fue el mexicano Fernando Valenzuela que falleció el pasado lunes en Los Ángeles.
En la ceremonia encabezada por su esposa Linda y sus hijos Ricardo y Fernando Jr., los mariachis resonaron y Steve Yeager junto a Orel Hershiser, compañeros del “Toro” que iban a hacer el lanzamiento de la primera bola, prefirieron hacerle un tributo dejando la esférica al pie del montículo que tuvo pintado el número 34 retirado por los Dodgers desde el año anterior.