Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han desarrollado el primer organoide cerebral completo del mundo, capaz de integrar tejidos de todas las principales regiones del cerebro, con vasos sanguíneos rudimentarios y actividad neural comparable a la de un cerebro fetal humano de 40 días.
El avance, publicado en la revista Advanced Science, podría transformar la investigación sobre trastornos neuropsiquiátricos y el desarrollo de nuevos tratamientos. Este modelo, denominado organoide cerebral multi-regional (MRBO, por sus siglas en inglés), supera a los anteriores, que solo replicaban regiones específicas como la corteza o el mesencéfalo.
“Hemos creado la próxima generación de organoides cerebrales”, afirmó Annie Kathuria, profesora asistente del Departamento de Ingeniería Biomédica.
Para construirlo, el equipo cultivó células neuronales de distintas regiones cerebrales y vasos sanguíneos rudimentarios, que luego unió con proteínas adhesivas que actuaron como un “superpegamento” biológico. Una vez fusionados, los tejidos comenzaron a interconectarse y generar actividad eléctrica como una red unificada.
El MRBO contiene entre 6 y 7 millones de neuronas —muy lejos de las decenas de miles de millones de un cerebro adulto—, pero reproduce alrededor del 80% de los tipos celulares presentes en el desarrollo cerebral temprano. Incluso se observó la formación incipiente de la barrera hematoencefálica.
Además de ofrecer un modelo ético para estudiar enfermedades sin intervenir cerebros humanos, este avance podría reducir la altísima tasa de fracaso en ensayos clínicos de medicamentos neuropsiquiátricos, que alcanza el 96%. También abre la puerta a la medicina personalizada, permitiendo cultivar organoides a partir de células de pacientes para probar tratamientos antes de aplicarlos.