Uno de los momentos especiales del III Coloquio Internacional Sociedad, Cultura y Lenguaje “Diseño, Arte, Narrativas y Complejidad Sociocultural”, fue el desarrollo de actividades que dieron explicación, muestra y lugar a temáticas propias de la frontera, Arte y Diseño, así como la tradición de las danzas de matachines de Juárez.
Al presentar la conferencia magistral de la doctora Silvia Verónica Ariza denominada “Arte, diseño y conocimiento: el umbral de la (in)disciplina”, se entregó una visión interesante sobre la vinculación del Diseño con el Arte, las fronteras entre estas disciplinas y también la medida en la que se encuentran en momentos tan importantes como los que incorporan investigación, procesos creativos y difusión de conocimiento.
Esta ponencia fue el preámbulo perfecto para unirse a la exposición de la obra plástica denominada «Reflejos de ensueño», por parte de Evelia Peralta Martínez, pintora de origen sonorense que se ha formado y desarrollado en esta frontera.
La mesa: Imágenes y voces de las danzas de matachines de Juárez, Chihuahua, contó con al menos tres momentos relevantes, el doctor Efraín Rangel Guzmán, compartió que el espacio incluyó una exposición fotográfica, una muestra de danza, un conversatorio y la proyección de un documental.
“Una de las tradiciones más importantes aquí en la zona fronteriza, son las danzas de matachines, hicimos todo el esfuerzo por traer a los actores de esas imágenes y ellos nos explicaron, todo el sentimiento, la fe, esa emoción con la cual bailan y se entregan a las deidades a través de la danza”.
La exposición fotográfica «La danza de los matachines: tras las huellas del son» por Efraín Rangel Guzmán, Daniela Guadalupe Córdova Ortega y Ogla Liset Olivas Sánchez, marcó la perfecta antesala que dio lugar al Conversatorio «Memorias que danzan».
Un Matachín o un danzante Matachín, tiene mayor identidad que su danzar en las celebraciones religiosas, el conversatorio logró unir a distintos representantes de las danzas en Ciudad Juárez incluyendo un grupo de danza del Valle de Juárez, los integrantes de la danza de la Santa cruz, con antigüedad de más de 100 años, ubicada el poblado de San Isidro, labrador.
Durante esta experiencia, la entrega, creencia y baile, brindó testimonio; la cercanía de la danza y la cosmovisión de cada actividad, llegó hasta las lágrimas en algunos de los invitados y danzantes quienes orgullosos se mostraron transparentes ante una fe donde se asumen como soldados de Dios y el cansancio de su muestra escénica no llega, pues representan una tradición y arraigo fronterizo que trasciende a generaciones.
El cierre tuvó la proyección de un documental titulado «Danzas de Matachines, memorias de Ciudad Juárez: la historia de vida de Cirilo Villalobos Campos», uno de los matachines reconocido por generaciones en la frontera, quien ostenta el cargo de jefe real de las danzas, representando a una organización de 150 grupos de danzas en esta ciudad.
