El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha reactivado un contrato de dos millones de dólares con la firma israelí Paragon Solutions, especializada en software espía. La decisión se tomó bajo la administración de Donald Trump, a pesar de las restricciones previas que limitaban el uso de este tipo de programas por parte de agencias federales.
El contrato incluye una solución completa que proporciona licencias, hardware, garantía, mantenimiento y capacitación para intervenir teléfonos móviles. Entre sus funciones se encuentra la capacidad de acceder a aplicaciones encriptadas como WhatsApp y Signal, rastrear la ubicación GPS, manipular la grabadora de audio y acceder a fotografías almacenadas en los dispositivos.
Originalmente, el acuerdo se había firmado en la etapa final del gobierno de Joe Biden, pero fue suspendido para su revisión tras una orden ejecutiva que restringía el uso de software espía comercial. Con la reactivación del contrato, se levanta esa suspensión, aunque el ICE no ha detallado cómo planea aplicar la herramienta en sus operaciones.
El tema ha generado inquietud entre especialistas en derechos digitales, quienes advierten que este tipo de programas suelen ser usados para fines de vigilancia masiva, lo que podría poner en riesgo la privacidad de migrantes y ciudadanos estadounidenses.
Paralelamente, el Pentágono anunció que enviará 600 abogados militares al Departamento de Justicia para desempeñarse como jueces de inmigración de manera temporal. La medida responde al atasco histórico en los tribunales migratorios, que enfrentan cientos de miles de casos pendientes.
Los abogados serán desplegados en grupos de 150 y su estancia inicial será de 179 días, con posibilidad de extensión. Esta acción refleja la presión creciente sobre el sistema migratorio de Estados Unidos y su estrecha relación con las decisiones de vigilancia y seguridad implementadas por el gobierno federal.
