El presidente Nicolás Maduro aseguró que Venezuela cuenta con 5 mil misiles antiaéreos portátiles de fabricación rusa, listos para defender al país frente a lo que calificó como “la amenaza militar más letal” de la historia por parte de Estados Unidos.
La declaración ocurre tras el despliegue en el Caribe de una flotilla estadounidense con destructores, un submarino y barcos con fuerzas especiales, que desde el 2 de septiembre realizan ataques contra embarcaciones acusadas de “narcoterrorismo” procedentes de Venezuela.
“Cualquier fuerza militar del mundo sabe el poder de los Igla-S, y Venezuela tiene nada más y nada menos que 5 mil de ellos en puestos claves de defensa antiaérea para garantizar la paz”, afirmó Maduro durante un acto televisado junto a su alto mando militar.
El sistema Igla-S, de origen ruso, es un misil portátil diseñado para derribar aviones, helicópteros y drones a baja altitud. Según Maduro, las fuerzas armadas cuentan con simuladores que mejoran la puntería de miles de operadores.
En respuesta, el expresidente Donald Trump anunció que prepara ofensivas contra narcotraficantes “por tierra”, advirtiendo que “les golpearemos muy duro cuando vengan por tierra, no lo han experimentado aún”.
Analistas del Center for Strategic and International Studies (CSIS) califican el despliegue naval estadounidense como el mayor en el Caribe desde 2008. Rusia, principal proveedor de armas a Venezuela desde 2006, ha vendido sistemas S-300, fusiles Kalashnikov y misiles Igla-S por más de 11 mil millones de dólares, según el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI).
Expertos como Rocío San Miguel, de la ONG Control Ciudadano, advierten que la retórica militar de Maduro busca fortalecer su discurso interno de resistencia ante sanciones internacionales y posibles acciones de Washington.
