Ciudad del Cabo, Sudáfrica.— Lo que parecía una mañana tranquila en la ensenada de Gordon’s Bay se transformó en una escena surrealista cuando un elefante marino del tamaño de un auto compacto apareció deslizándose por las calles residenciales, ante la sorpresa de vecinos que no daban crédito a sus ojos.
“Esto es increíble. Hola, hermano, ¿cómo llegaste aquí?”, se escucha decir a una residente en un video que rápidamente se viralizó. El mamífero, apodado “Gordy” por la comunidad, habría nadado más de 1,500 kilómetros desde su hábitat subantártico antes de extraviarse y terminar tierra adentro.
La Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (SPCA) y la policía montaron un operativo para contener al animal, que llegó a descansar sobre el capó de un coche patrulla. Los expertos temían por su salud debido al riesgo de deshidratación y sobrecalentamiento.
Tras nueve horas de coordinación, veterinarios y voluntarios lograron sedarlo y transportarlo en remolque hasta una playa protegida en Kogel Bay, donde fue reintroducido al mar. “Nos vemos luego”, fue el mensaje que publicó la SPCA al compartir el momento en que Gordy se deslizó nuevamente hacia el Atlántico.
El episodio, aunque simpático, plantea interrogantes científicos. Biólogos apuntan al cambio climático y corrientes oceánicas inusuales como posibles causas de la presencia de este elefante marino en tierra firme.
Horas más tarde, Gordy fue avistado nuevamente en una zona segura cerca de Simon’s Town. Biólogos planean seguir su ruta, aunque colocarle un rastreador requeriría otra captura.
