—No que no, #AmigosVecinosAliados
—Tucom contra impuesto a remesas
—Siguen alimentando especulaciones por cancelación de visa
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su frustración desde el podio mañanero, cuando externó su preocupación, según ella, porque el gobierno de Estados Unidos ha actuado de manera opaca al no informarle sobre movimientos importantes, como la cancelación de la visa a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila.
Este tipo de indiferencia por parte del gobierno estadounidense hacia la colaboración con sus homólogos mexicanos refleja una falta de confianza hacia las autoridades de la cuatroté.
Este escenario evidencia una relación caracterizada por una profunda desconfianza, en la que Estados Unidos, al enfrentar el narcotráfico, ha dejado en claro su percepción del gobierno mexicano como un socio poco fiable, no solo en la administración actual, sino también en la pasada, encabezada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Este desprecio hacia las capacidades y la voluntad de las autoridades mexicanas no solo alimenta tensiones diplomáticas, sino que también evidencia una falta de voluntad para construir puentes de cooperación genuina. No hay duda.
De ahí viene la preocupación de la presidenta Sheinbaum que por ahora solo ha atinado en decir que el gobierno del vecino país, nomás no le informa nada.
Cabe destacar que tanto el presidente López Obrador como la presidenta Sheinbaum han expresado su inconformidad ante lo que consideran una falta de transparencia por parte de Estados Unidos al no compartir información clave.
Ejemplos de esto incluyen la captura del general Cienfuegos, el traslado y detención de El Mayo Zambada, y la decisión de revocar la visa de la gobernadora morenista de Baja California, Marina del Pilar Ávila.
Además, no fueron informados sobre el acuerdo con la familia de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en el que se entregaron 17 de sus integrantes. Este hermetismo, según la perspectiva estadounidense, está motivado por la percepción de que el gobierno mexicano no es un socio confiable. La desconfianza, parece, no tiene fin.
Este escepticismo se justifica, al menos desde la perspectiva estadounidense, en eventos como el de 2019, cuando la DEA proporcionó información para capturar a Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”.
Vale recordar que, tras su detención, el presidente López Obrador ordenó públicamente su liberación, justificándolo como una medida para evitar más violencia.
Además, la expulsión de la DEA de México y la promoción de la controvertida estrategia de “abrazos, no balazos” han incrementado las dudas de Estados Unidos sobre la capacidad del gobierno mexicano para manejar información sensible sin que esta sea filtrada al crimen organizado.
Aunque la presidenta Sheinbaum ha intentado distanciarse de dicha estrategia, reconstruir la confianza dañada con el tiempo sigue siendo un desafío importante.
Recientemente, Sheinbaum acusó al gobierno de Donald Trump de negociar con terroristas, haciendo referencia a la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales y a los acuerdos para permitir la entrada de las familias de sus miembros a Estados Unidos.
“Si Estados Unidos presume de no negociar con terroristas, ¿cómo explica estas decisiones?”, cuestionó la presidenta, reiterando su demanda de mayor transparencia en las acciones del gobierno estadounidense.
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Por otro lado, el tema de la cancelación de la visa a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila siguió dando de qué hablar en el panorama nacional. Fue tema de interés y recurrente de los representantes de los medios de comunicación que cubren la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El tema es muy controvertido porque a estas alturas de la película se desconocen los motivos de la cancelación de la visa a la gober bajacaliforniana.
Del Pilar Ávila finalmente tuvo que salir a medios y comentó que para gobernar no se requiere visa, así minimizó el tema y aseguró que continuará con su agenda pública como de costumbre. Sin embargo, la falta de claridad alimenta especulaciones, especialmente entre la oposición en aquel estado, que ha pedido que Ávila sea excluida de las reuniones de seguridad debido a sospechas de posibles vínculos con el narcotráfico.
La Embajada de Estados Unidos, por su parte, ha mantenido silencio, argumentando que las decisiones sobre visas son asuntos privados.
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Y mientras tanto, medios nacionales difundieron imágenes y videos que muestran a militares estadounidenses trabajando en coordinación con elementos de la Guardia Nacional de México. Estas acciones buscan reforzar la seguridad en la frontera y limitar el flujo migratorio, un tema que ha sido bandera de campaña y de acción del gobierno de Donald Trump.
Esta colaboración ha sido forzada por el presidente Trump que ha obligado al gobierno de Claudia Sheinbaum ha desplegar más de 10 mil elementos de la guardia nacional en la frontera norte.
Estas acciones han provocado interrogantes sobre la soberanía y la autonomía de las políticas migratorias mexicanas, lo que a menudo genera divisiones tanto en el ámbito político como en la opinión pública.
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Una propuesta que ha generado amplio rechazo en México es la iniciativa republicana de imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes. Esta medida, impulsada unilateralmente por el gobierno de Donald Trump, ha llegado hasta el Congreso mexicano.
El plan, ya avalado por el influyente Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes en Estados Unidos, ha sido categóricamente condenado por todos los partidos políticos mexicanos, quienes lo califican como una acción discriminatoria y abusiva.
En respuesta, la Cámara de Diputados de México emitió un comunicado en el que afirma que, de ser aprobada, esta propuesta atentaría contra la dignidad de los migrantes y exige su cancelación inmediata. Obvio que no ocurrirá.
