En medio de una creciente tensión por las redadas masivas contra migrantes en Los Ángeles, California, el presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, condenó enérgicamente lo que calificó como una “cacería migratoria” ejecutada por el gobierno de Estados Unidos, y anunció un pronunciamiento formal en la Comisión Permanente del Congreso mexicano.
En conferencia de prensa, el senador de Morena expresó su respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien hizo un llamado a la comunidad mexicana en EE.UU. a mantener la calma y actuar con dignidad frente a los operativos de detención masiva.
Las imágenes difundidas en redes, dijo el legislador, “parecen una intervención militar” más que una acción legal.
Fernández Noroña consideró inaudito que se use a la Guardia Nacional como herramienta de persecución. Estados Unidos no tiene derecho a violar los derechos humanos de quienes han contribuido durante décadas a su economía y cultura, señaló el legislador.
El presidente del Senado subrayó que desde 1986 no se ha emitido una amnistía migratoria en Estados Unidos, pese a que millones de migrantes, en su mayoría mexicanos, llevan años —incluso décadas— trabajando, pagando impuestos y contribuyendo al desarrollo de ese país.
Señaló que la población migrante aporta el 80 por ciento de sus ingresos dentro de EE.UU., pero en lugar de recibir derechos, recibe persecución.
Recordó que Los Ángeles alberga a la segunda comunidad mexicana más grande del mundo, solo por debajo de la Ciudad de México.
Mientras tanto, desde Washington, el presidente Donald Trump responsabilizó este lunes a “agitadores profesionales e insurrectos” por los disturbios registrados en zonas de Los Ángeles, tras el despliegue de la Guardia Nacional para contener las protestas contra las redadas migratorias.
“Las personas que causan los problemas son malas personas. Deberían estar en la cárcel”, declaró el mandatario republicano a periodistas en la Casa Blanca, sin responder si contempla declarar un estado de insurrección, lo que le permitiría usar al Ejército como fuerza policial a nivel nacional.
La declaración de Trump ha sido interpretada como un agravamiento de la retórica antiinmigrante, en vísperas de una posible campaña por la reelección, lo que eleva el tono del conflicto diplomático con México.
Desde el Gobierno Federal, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró el compromiso de México con la protección integral de los derechos de sus connacionales, independientemente de su estatus migratorio.
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