El asalto aéreo también habría eliminado a altos mandos militares y científicos nucleares iraníes, en lo que ya se considera un golpe devastador al poder estratégico de Irán.
Las autoridades iraníes confirmaron la muerte de Hossein Salami, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, durante un ataque aéreo masivo lanzado por Israel. La operación, que impactó objetivos clave en diversas regiones del país, representa uno de los golpes más severos contra la cúpula militar iraní en las últimas décadas.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, uno de los pilares fundamentales del régimen teocrático de Irán y custodio del arsenal de misiles balísticos del país, ha perdido a uno de sus líderes más influyentes. La muerte de Salami marca un punto de inflexión en las tensiones que han ido escalando vertiginosamente entre Israel e Irán.
Un alto oficial de defensa israelí, cuya identidad permanece reservada, declaró a la Radio del Ejército que el ataque inicial incluyó la destrucción de defensas antiaéreas, silos de misiles tierra-tierra y la “neutralización de numerosos altos funcionarios iraníes”. Además, aseguró que la ofensiva impactó simultáneamente al Estado Mayor iraní y a científicos involucrados en el programa nuclear.
“Si esta ofensiva logró sus objetivos, lo que infligimos a los líderes de Hezbolá en 10 días, lo conseguimos contra Irán en apenas 10 minutos”, afirmó el oficial, destacando la precisión y letalidad del ataque.
Medios estatales iraníes, como la agencia IRNA, reportaron múltiples víctimas y daños severos en Teherán, donde varios vecindarios fueron blanco de los bombardeos. “Diversos edificios en Teherán fueron objetivo de los ataques”, indicaron las autoridades, reconociendo también la afectación a zonas residenciales.
Fuentes israelíes aseguran que, además de Salami, también fue eliminado el jefe del Estado Mayor iraní, Mohammad Bagheri, junto a otros miembros del alto mando y destacados científicos nucleares. Aunque la confirmación oficial aún no ha sido difundida por completo, funcionarios de defensa en Israel calificaron la operación como “devastadora”.
La magnitud del ataque y la naturaleza de los objetivos alcanzados elevan la posibilidad de una represalia inminente por parte de Irán y sus aliados regionales, mientras la comunidad internacional observa con creciente preocupación la escalada bélica en Medio Oriente.
