El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, llegó este domingo a Panamá para discutir un tema que podría redefinir las relaciones internacionales en América Latina: el control del canal de Panamá. Trump ha amenazado con retomar el control de la vía interoceánica, argumentando que actualmente está bajo la “influencia” de China, una afirmación que ha desatado una ola de protestas en la capital panameña.
Rubio, en su primer viaje al exterior como secretario de Estado, se reunió con el presidente panameño, José Raúl Mulino, en un encuentro marcado por la creciente preocupación sobre el papel de China en la región. Aunque Mulino rechazó rotundamente la idea de que el canal esté bajo control chino, las tensiones continúan, especialmente con el trasfondo de la influencia global de Pekín en América Latina.
Durante su visita, Rubio también abordó temas cruciales como la migración por la peligrosa selva del Darién, por donde más de 300,000 migrantes, principalmente venezolanos, transitaron en 2024 en su ruta hacia Estados Unidos. Sin embargo, el tema que acaparó la atención fue la amenaza de Trump de recurrir incluso al uso de la fuerza militar para “recuperar” el canal, un territorio que Estados Unidos entregó a Panamá en 1999.
Mientras tanto, las protestas en la capital panameña no se hicieron esperar. Un centenar de personas se congregaron en el casco antiguo, gritando consignas como “¡Fuera Rubio de Panamá!” y “¡La patria no se vende, la patria se defiende!”, en clara oposición a la intervención estadounidense. Las autoridades panameñas respondieron con un despliegue de fuerzas antimotines para evitar que los manifestantes se acercaran al Palacio de las Garzas.
El Canal de Panamá, considerado una de las rutas comerciales más importantes del mundo, sigue siendo un símbolo de soberanía para los panameños. Mulino reafirmó que el canal es “innegociable” y que no cederá a presiones externas. Sin embargo, las tensiones sobre su control continúan latentes, y las negociaciones entre los dos gobiernos podrían marcar el rumbo de las futuras relaciones entre Panamá y Estados Unidos.
Este viaje de Rubio, parte de una gira por varios países latinoamericanos, podría ser clave para desactivar o intensificar la disputa. Mientras tanto, la situación en Panamá sigue siendo un polvorín diplomático, con la región observando atentamente los movimientos de los dos gigantes globales.
