El año 2025 ha comenzado con un serio aviso de la comunidad científica: varios virus emergentes y reemergentes están causando alarmas a nivel global. Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han puesto su atención en estos patógenos que representan amenazas significativas para la salud pública, con casos sorprendentes que ya han tomado por sorpresa a gobiernos y ciudadanos.
Uno de los virus más preocupantes es el de la Influenza Aviar (H5N1), que ha resurgido con fuerza este año, afectando a aves silvestres y de corral en distintas regiones. Aunque la transmisión a humanos es rara, la notificación del primer caso mortal en Estados Unidos en enero ha desatado las alarmas. Los expertos temen que el virus pueda adquirir la capacidad de transmitirse entre humanos, lo que podría desatar una pandemia.
El Metapneumovirus Humano (HMPV) también ha aumentado su circulación, especialmente en Estados Unidos y China. Con síntomas similares a los de un resfriado común, este virus puede ser grave en personas vulnerables, como niños pequeños y ancianos. En un contexto donde la gripe y el virus sincitial respiratorio (RSV) también circulan, las autoridades sanitarias están monitoreando su expansión con cautela.
Otro virus que no pierde atención es el del dengue, cuyas tasas de incidencia han crecido significativamente, especialmente en áreas donde nunca antes se habían reportado brotes. La expansión geográfica de los mosquitos transmisores del dengue es, en parte, resultado del cambio climático y la urbanización descontrolada, lo que está llevando a un aumento en el número de afectados.
Además, la poliomielitis, aunque ha sido erradicada en muchas regiones, sigue siendo una amenaza latente en países como Pakistán y Afganistán. Mientras tanto, la preocupación por la Enfermedad X, un patógeno desconocido que podría causar una futura pandemia, sigue presente en la agenda global. La comunidad científica subraya que la protección de los ecosistemas y la lucha contra el cambio climático son esenciales para prevenir estos brotes.
Los virus emergentes están ganando terreno, y la comunidad internacional se enfrenta a un escenario sanitario cada vez más complejo. La cooperación global y la preparación ante estos riesgos son más importantes que nunca, ya que la amenaza de nuevas pandemias parece más real que nunca.
