Una revolución tecnológica acaba de comenzar: científicos de China y Estados Unidos desarrollaron unas lentes de contacto capaces de detectar luz infrarroja, permitiendo ver en la oscuridad y percibir señales ¡incluso con los ojos cerrados!
El avance fue publicado en Cell Press y probado con éxito en humanos y ratones. Las lentes funcionan sin batería ni dispositivos externos, gracias a nanopartículas que transforman la luz infrarroja en colores visibles.
“Es una nueva era de supervisión portátil y no invasiva”, explicó Tian Xue, neurocientífico y autor principal del estudio.
Durante los ensayos, las personas detectaron señales luminosas de tipo morse aún con los párpados cerrados, debido a que la luz infrarroja penetra mejor los tejidos que la luz visible.
En ratones, se observó que evitaban zonas iluminadas con infrarrojos y mostraban activación cerebral en regiones visuales, lo que indica una percepción efectiva.
Las lentes también pueden asignar colores a diferentes longitudes de onda, lo que podría ayudar a personas daltónicas a distinguir tonos que antes no podían percibir.
Aunque por ahora solo funcionan con fuentes LED, los investigadores buscan mejorar su sensibilidad para usos en rescates, vigilancia, medicina e incluso detección de información codificada.