El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió una “investigación exhaustiva” contra la exvicepresidenta Kamala Harris, acusándola de violar la ley electoral al supuestamente pagar a celebridades de alto perfil para que participaran en sus eventos de campaña y mostraran públicamente su apoyo. La bomba política estalló a solo semanas de su rotundo regreso a la Casa Blanca.
Trump, quien derrotó ampliamente a Harris en las pasadas elecciones, puso en duda la legalidad de las actuaciones de estrellas como Bruce Springsteen, Beyoncé, Oprah Winfrey y Bono, quienes participaron activamente en actos proselitistas de la candidata demócrata. “¿Cuánto le pagó Kamala Harris a Bruce Springsteen por su mediocre presentación? ¿Y a Beyoncé? ¿Eso no es una contribución ilegal?”, escribió en mayúsculas en su red Truth Social.
El presidente calificó estos actos como una “forma corrupta e ilegal de explotar un sistema fallido”, y arremetió contra los artistas, llamándolos “antipatrióticos”. La indignación creció cuando se supo que la productora de Oprah habría recibido un millón de dólares por su participación.
Desde que Harris anunció su candidatura en julio, tras la salida de Joe Biden de la contienda, el respaldo de celebridades fue inmediato. Nombres como Arnold Schwarzenegger, LeBron James, George Clooney y Taylor Swift se sumaron a una lista de apoyo que buscaba captar al electorado joven e indeciso.
Uno de los eventos más polémicos fue el mitin en la Universidad de Temple, donde actuó Springsteen y participó el expresidente Barack Obama. Poco después, Beyoncé acompañó a Harris en Houston sin interpretar canciones, lo que decepcionó a muchos seguidores.
A pesar del despliegue artístico y mediático, la estrategia falló: Harris no logró el respaldo popular necesario y fue superada por Trump. Mientras tanto, la Comisión Federal Electoral investiga si los pagos realizados se ajustaron al “valor justo de mercado”, aunque reconoce que no existe una ley que prohíba explícitamente el pago por respaldos políticos.