Ciudad Juárez.— La alegría reflejada en los rostros de niñas y niños al recibir un regalo navideño se ha convertido en la mayor recompensa para los integrantes de la Unión de Yonkeros del Suroriente, quienes desde hace cinco años realizan, sin pedir nada a cambio, un festival navideño dedicado a familias en situación vulnerable.
“Ver las expresiones de las caritas de los niños cuando reciben un regalo para la Navidad es nuestra mayor recompensa”, expresó Eduardo Tena, representante de la Unión de Yonkeros del Suroriente.




El festival, que se ha consolidado como una tradición solidaria en el suroriente de la ciudad, incluye la entrega de regalos y dulces, además de un show de payasitos que llena de risas y aplausos el ambiente familiar. La iniciativa es financiada de manera colectiva por propietarios de yonkes de la zona, quienes se organizan cada año para hacer posible la celebración.
Tena explicó que muchas familias no cuentan con recursos para comprar un obsequio navideño a sus hijos, por lo que los yonkeros decidieron unir esfuerzos y aportar de manera voluntaria para brindar un momento de alegría a las niñas y niños.
“Hay padres que no tienen para regalarle algo a sus hijos; por eso nos cooperamos todos los propietarios de yonkes del suroriente para apoyar a las familias vulnerables y regalarles un momento de felicidad”, señaló.
Uno de los momentos más emotivos del festival ocurre cuando algunos menores reciben bicicletas, un regalo que para muchas familias sería imposible adquirir. “Ver la alegría de los niños y niñas que recibieron una bicicleta, porque sus padres no se las pueden comprar, es una satisfacción que no se puede expresar con palabras”, reiteró Tena.
Con este gesto altruista, los yonkeros del suroriente refrendan su compromiso social y demuestran que la solidaridad comunitaria puede transformar la Navidad en una experiencia inolvidable para quienes más lo necesitan.
