El presidente ucraniano Volodímir Zelenski volvió a insistir en la necesidad de reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin, como vía para alcanzar un acuerdo de paz. Sin embargo, desde el Kremlin respondieron con desdén: “No permitiremos un numerito”.
Durante el 34º aniversario de la independencia de Ucrania, Zelenski afirmó que las conversaciones directas entre líderes eran la vía más eficaz para avanzar hacia el fin de la guerra.
En contraste, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, arremetió en una entrevista con NBC, calificando al mandatario ucraniano de “empecinado” y acusándolo de buscar reflectores más que soluciones reales.
“No estamos en contra de que juegue a sus numeritos, pero eso no resolverá nada”, dijo Lavrov, al tiempo que insistió en que Rusia sólo lo reconoce como “jefe de facto del régimen” y no como presidente legítimo, debido a la suspensión de elecciones en Ucrania bajo la ley marcial.
El canciller acusó a las potencias occidentales de frenar cualquier intento de negociación real, mientras líderes como el primer ministro canadiense Mark Carney anunciaban nuevos acuerdos militares en apoyo a Ucrania.
A la tensión diplomática se sumó un ataque con dron ucraniano que provocó un incendio en la Planta Nuclear de Kursk, en el oeste de Rusia. Aunque el fuego fue sofocado y no se alteraron los niveles de radiación, la amenaza de un desastre nuclear sigue latente en el conflicto.
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