Washington D.C.— Lo que parecía una sólida relación política entre el presidente Donald Trump y el magnate Elon Musk explotó públicamente el 5 de junio en un feroz cruce de acusaciones que sacudió a Silicon Valley y a la Casa Blanca.
Todo comenzó por un desacuerdo sobre el llamado “Big Beautiful Bill”, el ambicioso paquete fiscal de Trump que Musk calificó como una “abominación repugnante” por su impacto en el déficit. El presidente, molesto, reaccionó retirando subsidios y atacando la lealtad del empresario.
Musk lanza bomba: “Trump está en los archivos de Epstein”
La tensión escaló cuando Musk escribió en X:
“Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos”.
Trump respondió en Truth Social llamando a Musk “LOCO” y asegurando que él fue quien puso fin al “mandato eléctrico” que beneficiaba a Tesla.
¿Golpe a la NASA? SpaceX desmantela la nave Dragon
En represalia, Musk anunció el desmantelamiento de la nave Dragon, vital para misiones de la NASA. El empresario acusó directamente al presidente de querer sabotear la carrera espacial estadounidense por intereses políticos.
Además, Musk expresó su apoyo a una iniciativa para destituir a Trump, lo que ha encendido aún más las alarmas dentro del Partido Republicano.
Tesla cae 15% y se desata el caos en Wall Street
Tras la pelea pública, las acciones de Tesla cayeron un 15%, borrando más de 180 mil millones de dólares de su valor de mercado. Trump Media también sufrió pérdidas bursátiles.
¿Un nuevo partido político?
Musk lanzó una encuesta en X preguntando:
“¿Es hora de crear un nuevo partido político en Estados Unidos que represente al 80% del centro?”
Esta posibilidad podría fracturar aún más al conservadurismo estadounidense y redibujar el mapa político rumbo a las elecciones de 2026.
