Gran caos se registró el sábado en el norte de Veracruz, luego de que se desatara un motín al interior del penal de Tuxpan. Internos del Centro de Readaptación Social se rebelaron por presuntos abusos cometidos por integrantes del crimen organizado, en especial del llamado Grupo Sombra, según denunciaron ellos mismos a través de videos difundidos en redes sociales.
La protesta comenzó con incendios en patios y accesos del penal, mientras los reos exigían la presencia de medios de comunicación y representantes de derechos humanos. En los videos grabados desde el interior, los internos afirmaron ser víctimas de agresiones por parte del Grupo Sombra, grupo delictivo con fuerte presencia en la zona norte del estado.
También acusaron que personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos no había acudido a atender la situación, lo que generó más inconformidad.
Ante la gravedad del motín, elementos del Ejército, la Guardia Nacional y fuerzas estatales acordonaron el penal. Afuera, familiares de los internos se concentraron exigiendo información oficial, mientras la situación dentro del penal continuaba tensa.
La zona permanece bajo fuerte vigilancia, y se mantiene el operativo para controlar por completo el centro penitenciario.
a por la noche, el Gobierno del Estado de Veracruz confirmó el motín y reveló que hubo personal herido, aunque no se precisó la cifra. En un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública informó que se implementó un operativo de contención para retomar el control del penal y proteger a la población penitenciaria.
Además, tres reos identificados como líderes del conflicto fueron trasladados a otro penal. La SSP también confirmó que se actuó en coordinación con la Policía Estatal, la Guardia Nacional y la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
“Cabe mencionar que el personal herido está siendo atendido por la Policía Estatal y la Cruz Roja Mexicana”, señaló el comunicado.
Al Grupo Sombra, mencionado por los reos, se le atribuyen diversos crímenes en la región, como el secuestro y asesinato de la profesora jubilada y taxista Irma Hernández en el municipio de Álamo, hecho que generó gran indignación local.
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