—Retumbo el grito hasta “El Chuco”
—Andreita se inventó alcaldes “aliados”, la desmienten
A partir de octubre, el servicio médico de Pensiones Civiles del Estado se muda a Poliplaza Diamante, justo donde antes despachaba el municipio.
Nos cuentan que el edificio donde despacha Pensiones Civiles ya tiene más historia que el Cerro de la Reina, con sus buenos 40 años encima y mostrando más achaques que muchos de sus derechohabientes.
Por eso desde chihuahuitas tierras decidieron darle su manita de gato, pero para eso tendrán que trasladar el servicio médico a otro edificio.
No habría sido más sensato —y menos costoso a largo plazo— pedir un crédito, tirar ese cascarón y levantar uno nuevo, es pregunta. Sobre todo porque, con tanto esposo y esposa de derechohabiente que se suma, la nómina de asegurados ya casi se duplicó.
¡Ojo ahí! Porque mientras los funcionarios ven qué color ponerle a la nueva fachada, la realidad es que Pensiones Civiles del Estado de Chihuahua está en terapia intensiva. Se arrastra una deuda que ya rebasó los 9 mil millones de pesos y, como si fueran alumnos en puente largo, buena parte de las dependencias públicas ni se asoman a pagar lo que deben. Así no hay sistema que aguante.
El resultado lo sufre el magisterio y los demás derechohabientes: falta de medicamentos, insumos que brillan por su ausencia, y citas médicas para cuando los nietos entren a la prepa. No es por intrigar, pero las quejas rebasan al call center y ya hasta les están pensando en poner buzón de sugerencias… en el muro de los lamentos.
Porque, si siguen con los remedios de curandero, no vaya a ser que Pensiones Civiles acabe en la morgue… administrativa.
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En juaritos, el chismerío estuvo más vivo que nunca con el tema del lugar que decidió el jefe de la comuna para dar el grito de independencia.
Y es que, aunque muchos querían la fiesta en la Mega Bandera, la movida a la Abraham Lincoln nomás sirvió para confirmar que, cuando se trata de fiesta patria, el juarense responde… ¡y en bola!
Resulta que este año, la avenida Benjamín Franklin se llenó hasta el tope. Miles de fronterizos, bien tricolores y con sombrero bien puesto, se fueron a echar el grito como Dios manda. Dicen los que saben (y los que no, también) que la vibra estaba más alta que el cielo del Chamizal. Entre antojitos, aguas frescas y uno que otro taco bien servido, la noche mexicana salió redonda.
El municipio se lució con el letrero de “México” iluminado en verde, blanco y rojo, y el arco tricolor para las selfies. Si hasta los comerciantes se pusieron las pilas para que no faltara ni las enchiladas, ni los tacos de tripas, ni las hamburguesas.
El grito de las miles de almas retumbaron machín hasta el chuco.
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Aunque usted no lo crea. Resulta que el fin de semana en el Centro de Exposiciones y Convenciones hubo evento grande, bien pomposo, según la senadora de Morena, Andrea Chávez.
Que dizque el informe de actividades legislativas fue un exitazo… y que no cabía ni un alfiler de tanto alcalde presente. ¡Pero, sorpresa! El asunto se desinfló más rápido que globo de feria.
Y es que el alcalde de Janos, Joel Loya Márquez, salió, pero bien enojado, porque lo pusieron en la lista de invitados VIP, cuando ni el gusto de conocer a la senadora tiene.
En sus propias palabras: “Para mí, es una falta de respeto, porque a la senadora no la conozco y no tengo el gusto de conocerla”. Uy, eso ardió gacho a dos que tres operadores de la senadora.
Joel Loya no fue el único que brincó. También la alcaldesa panista de Satevó se sumó al desmentido. Eso de andar echando nombres para aparentar apoyo está más chafa que promesa de campaña en tiempos de elecciones.
Dicen por ahí que quien miente en lo simple, miente en lo importante. Así que ojo, senadora, porque la neta los políticos ya no tienen margen para andar jugando con la confianza de la raza. En vez de sumar puntos, quedan exhibidos por andar inventando aliados. ¡Si así se portan en lo fácil, imagínense en lo complicado!
