“Ahora Cruz Pérez dice que el engomado ecológico pavimenta calles para acabar con la contaminación.”
Ciudad Juárez, Chih.— Ante la ola de desinformación que se ha intentado sembrar en torno a la iniciativa presentada por la diputada Xóchitl Contreras sobre el engomado ecológico, se aclara con absoluta firmeza que jamás se propuso eliminar dicho engomado. El objetivo siempre ha sido detener abusos, regresarle su sentido original y asegurar que cumpla su propósito: proteger la salud de las y los juarenses mediante un mecanismo ambiental real, no un esquema recaudatorio convertido en negocio para unos cuantos.
En días recientes, se ha intentado manipular la opinión pública afirmando que la iniciativa provocó una caída en las verificaciones y afectó las ventas de los centros de verificación. Incluso se busca responsabilizar a la diputada por supuestos daños económicos a empresarios, ignorando deliberadamente que la verificación ecológica dejó de operar como un servicio público con sentido ambiental y pasó a ser una caja recaudatoria del municipio: sin transparencia, sin controles y con reiteradas denuncias de corrupción en su expedición.
Ante las declaraciones recientes de concesionarios —y ahora también de regidores y del director de Ecología enviados por el presidente municipal Cruz Pérez, quienes al parecer confundieron “ecología” con “obras públicas”— la diputada Xóchitl Contreras deja perfectamente claro:
Su iniciativa mantiene la verificación ecológica, pero reduce abusos. Propone bajar el costo del engomado de $339.48 a $226 pesos, limitar las multas de $3,394 a $339 pesos y otorgar 30 días de plazo para obtener el engomado sin sanciones. Esto no afecta a quienes actúan con legalidad; por el contrario, ordena un sistema que se ha convertido en una carga injusta para miles de familias. El programa es necesario para combatir la contaminación y proteger la salud de Juárez.
“Lo que sí cuestiono —y seguiré cuestionando— son los cobros excesivos y desproporcionados que se aplican únicamente en Ciudad Juárez. De los 67 municipios del estado, solo en Juárez se cobran tarifas tan elevadas. ¿Y lo más grave? Ese dinero no se invierte en ecología.
Así de claro, aunque ahora algunos pretendan vender la idea de que el engomado ecológico pavimenta calles. Porque sí: al parecer, la nueva teoría municipal es que un programa ambiental sirve para tapar baches. Una innovación científica digna de estudio.
La iniciativa no solo busca reducir el costo y las multas; busca algo elemental: que el 100% de lo recaudado por el engomado ecológico se destine realmente a acciones ambientales. Si el programa se llama “ecológico”, lo mínimo es que los recursos se utilicen para ecología… no para justificar obra pública ni decisiones del presidente municipal.
A los concesionarios que aseguran haber perdido hasta 95% de sus revisiones por declaraciones de la diputada, se les recuerda que el descontento ciudadano no lo originó esta iniciativa, sino los cobros excesivos, las multas desmedidas y la falta de transparencia. Es más fácil culpar a una diputada que aceptar que la ciudadanía está harta de tarifas injustas.
La diputada Xóchitl Contreras reafirma que seguirá trabajando para que la verificación ecológica sea un verdadero instrumento de protección ambiental, no un pretexto para recaudar ni un castigo económico para las familias juarenses.
