MORELIA.– La violencia se recrudeció en Michoacán durante las últimas horas, con protestas y actos de vandalismo en Apatzingán y Morelia tras el asesinato del alcalde independiente de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez.
En Apatzingán, una turba incendió el Palacio Municipal en repudio por la muerte de Manzo y del líder limonero Bernardo Bravo Manríquez. Los inconformes corearon consignas como “Carlos no murió, el Estado lo mató” y “Fuera Fanny”, en referencia a la alcaldesa Fanny Arreola, a quien acusan de complicidad ante la violencia.
El grupo irrumpió en el edificio municipal, destruyó mobiliario, lanzó piedras y prendió fuego en la recepción, donde colgaron una manta de protesta.
Apenas la semana pasada, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, había visitado Apatzingán, aunque evitó coincidir con Arreola, criticada por permitir narcocorridos durante la Feria local.
En Morelia, jóvenes encapuchados se enfrentaron con agentes antimotines en el Centro Histórico, donde resultó herido un manifestante. Los disturbios provocaron daños en el Palacio de Gobierno y el Congreso del Estado.
El domingo, un grupo armado lanzó bombas molotov en el Palacio de Gobierno, causando destrozos y dejando ocho detenidos. Las autoridades mantienen operativos para restablecer el orden ante el creciente descontento social en la entidad.
