Ciudad del Vaticano – 7 de mayo. Con una tensión digna de los momentos más históricos de la Iglesia Católica, los 133 cardenales electores han sido oficialmente encerrados este miércoles en la Capilla Sixtina. El mundo entero observa con expectación el inicio del Cónclave que definirá quién será el sucesor del Papa Francisco, marcando un momento crucial en la historia del Vaticano y de millones de fieles alrededor del planeta.
La ceremonia de clausura se llevó a cabo bajo estrictas medidas protocolares, como marca la tradición centenaria del Vaticano. Las puertas se cerraron con solemnidad y se pronunciaron las palabras rituales “Extra Omnes”, dejando a los cardenales completamente aislados del exterior, guiados solo por la oración, la reflexión y la responsabilidad divina de elegir al nuevo líder espiritual de la Iglesia Católica.
A las 7 de la tarde, hora del Vaticano —las 11 de la mañana en Ciudad Juárez—, las miradas del mundo se posaron en la emblemática chimenea del Vaticano. Fieles de todas partes, así como miles de turistas y curiosos, abarrotaron la Plaza de San Pedro esperando con ansias el resultado de la primera votación del Cónclave. Los teléfonos celulares y cámaras apuntaban sin descanso a lo alto de la Capilla Sixtina.
El humo que saldrá por esa chimenea será el símbolo decisivo: si es blanco, significará que ya hay un nuevo Papa; si es negro, el Cónclave continuará hasta alcanzar los votos necesarios. Esta tradición milenaria, cargada de simbolismo, mantiene al mundo en vilo cada vez que el destino de la Iglesia entra en deliberación.
A poco más de diez minutos de la esperada señal, la tensión en la plaza se palpaba en el aire. Algunos rezaban en silencio, otros cantaban himnos, mientras los medios de comunicación de todo el mundo mantenían transmisiones en vivo. Las redes sociales hervían con teorías, apuestas y oraciones, en una mezcla de fe y espectáculo global.
Por ahora, el misterio continúa. La Iglesia Católica, con más de mil millones de fieles, espera la aparición de la fumata que marcará el comienzo de un nuevo capítulo en su historia. ¿Será hoy cuando se conozca al nuevo Pontífice o habrá que esperar más humo negro?