—Pérez Cuéllar le entra al tema del crematorio Plenitud
–Sheinbaum empeñada en impulsar sus trenes de pasajeros
Vaya semanita la que se cargó Mario Delgado, flamante secretario de la SEP, y no precisamente por sus logros educativos. Resulta que a don Mario le llovió en redes luego de que se ventilara la lista de familiares que, qué casualidad, se llevan su tajada del pastel presupuestal.
Le dieron una tunda en las redes sociales luego de que le publicaron que su familia cobra casi un millón de pesos mensuales del erario.
“No es nepotismo eh … es Unión Familiar con Cau$a, todos sirven a la patria… en la nómina, como buenos hermanos de la transformación. Porque gobernar es más fácil en familia”, comentaron algunos.
Felipe Miguel Delgado Carrillo (hermano): Diputado federal plurinominal por el Partido Verde; Mario Miguel Carrillo Cubillas (primo), diputado federal por Atlixco, Puebla; Leticia Guadalupe Delgado Carrillo (hermana), secretaria técnica de la Comisión de Vigilancia del ISSSTE; Laura Elena Carrillo Cubillas (prima), directora en la AMEXCID (SRE); y José Luis Corona Pacheco (cuñado) como funcionario en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Órale, lo bueno es que no son iguales a las mafias de la política de pasado.
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A ver, ¿quién se hace responsable? Porque en el macabro y lastimoso asunto del crematorio Plenitud cuesta trabajo ver a alguien que levante la mano y asuma el desastre.
Los familiares de posibles víctimas del crematorio se reunión con el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar ante la insensibilidad de otras autoridades por atenderlos.
Detrás de las puertas del despacho principal de la Unidad Administrativa Benito Juárez, hubo promesas para que el municipio apoye en la identificación de cenizas, de agilizar los procesos en la Fiscalía y hasta apoyar con recursos que en breve serían aprobados por el Cabildo.
El municipio promete otra reunión en dos semanas, para revisar avances. Ojalá no terminen como esas promesas que se esfuman más rápido que el humo de crematorio.
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Mientras tanto, los días siguen transcurriendo y la Fiscalía General del Estado a cargo de César Jáuregui, no dice con precisión si se inicia un procedimiento contra alguna autoridad.
Ahora resulta que todos hacían su trabajo y nadie se daba cuenta de la acumulación de cadáveres y del fraude de entregar urnas con cualquier polvo menos las cenizas del ser querido. Que triste.
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La presidenta Claudia Sheinbaum sigue empeñada en impulsar sus trenes de pasajeros: México-Pachuca, México-Querétaro y México-Nuevo Laredo, a pesar de que es bien sabido que, en todo el mundo, estos proyectos dependen de subsidios estatales.
Aquí, como en otros casos, desde el primer clavo hasta el último vagón serán pagados con los impuestos de los mexicanos. La administración de la 4T insiste en destinar recursos a obras poco rentables, aun cuando enfrentamos una deuda externa e interna considerable y un déficit fiscal significativo heredado por Andrés Manuel López Obrador, el arquitecto del primer piso de la Cuarta Transformación.
Los gobiernos de la 4T parecen concebir la administración pública más desde el impulso y la improvisación que desde la planeación y el desarrollo sostenible.
Gobiernan con base en emociones y reaccionan a las contingencias, careciendo de una visión de largo plazo. Las decisiones parecen responder más a ocurrencias y caprichos: trenes de pasajeros, la refinería Dos Bocas, el AIFA (sin olvidar el costo de haber cancelado el NAICM), el Tren Maya, estadios de béisbol, entre otros ejemplos.
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Si a la presidenta Claudia Sheinbaum le faltan argumentos para justificar la detención de personas afines a Morena, bien podría empezar por llevar ante la justicia a figuras como Alejandro Moreno “Alito”, Rubén Moreira, Ricardo Anaya, entre otros, y así llenar una hipotética cárcel “El Altiplano 4.0”.
Desde su posición, comienza a parecer esa abuela cuyos consejos ya nadie escucha; para muchas personas en México, su discurso va perdiendo fuerza.
En las mañaneras, le venden a los gobernados un mundo ideal que se ha intentado construir desde hace décadas, intensificándose desde 2014; pero basta salir de Palacio Nacional y cruzar el Zócalo para encontrarse de frente con la realidad de los “Cuatroteros”.