Este lunes falleció el Papa Francisco a los 88 años, tras sufrir un derrame cerebral fulminante en la Casa Santa Marta del Vaticano. La noticia fue confirmada por el portavoz del Vaticano en un emotivo comunicado.
El pontífice, que recientemente había sido hospitalizado por neumonía bilateral, no logró recuperarse del accidente cerebrovascular que le provocó un coma y un colapso cardiovascular irreversible.
Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio, fue el primer Papa latinoamericano y el primero en usar el nombre de San Francisco. Durante más de una década, rompió moldes dentro de la Iglesia católica, promoviendo la humildad, la inclusión y la paz.
Los especialistas médicos recordaron que los dolores de cabeza intensos, mareos, visión borrosa o pérdida del equilibrio pueden ser signos tempranos de un derrame cerebral. La detección temprana puede salvar vidas.
En cumplimiento de su testamento, el Papa será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, en una tumba sencilla con la inscripción: “Franciscus”.
Su partida marca el fin de una era en el Vaticano y deja un legado de compasión, justicia y humanidad.
