Los cuerpos de varios de los ocho jóvenes que desaparecieron tras acudir al trabajo en un call center coinciden con los restos que rescataron este miércoles los equipos de emergencia del fondo de una barranca en la colonia Mirador Escondido, al norte de Guadalajara, según ha informado la Fiscalía de Jalisco.
Las autoridades han podido identificar a varias personas —cinco, según el diario La Jornada— porque han encontrado coincidencias entre las características corporales de los desaparecidos y los restos encontrados en las bolsas.
Esta tragedia se suma a las estadísticas de un Estado dominado por la violencia y que encabeza el número de desapariciones en México.
La Fiscalía está esperando a que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses “emita los dictámenes correspondientes que confirmen la identidad de los cuerpos” para poder informar a la familia, que ya está al corriente de los últimos hallazgos.
“La extracción en la zona todavía no ha culminado y se seguirá con los trabajos hasta agotar por completo la recolección de indicios, aun en condiciones complejas por la profundidad y la pendiente, con la participación de diversas instituciones trabajando de manera coordinada”, ha expuesto la Fiscalía en un comunicado.
Además, se ha añadido al grupo de los desaparecidos del call center otro nombre, el de Juan Antonio, un hombre de 34 años que también desapareció tras ingresar a trabajar en el establecimiento.
Los familiares de ocho jóvenes esperan sin consuelo a que se emita el dictamen con la identidad de los fallecidos. Su infierno comenzó el pasado 20 de mayo, cuando declararon como desaparecido a Carlos Benjamín Cuevas, de 31 años.
El caso fue creciendo a medida que llegaban más desaparecidos: Itzel Abigail y Carlos David Valladolid, Arturo Robles, Jesús Alfredo Salazar, Mayra Karina y Jorge Velázquez.
A todos se les perdió la pista el día que fueron al supuesto call center en el que trabajaban, y que ha resultado ser la tapadera de un negocio criminal que presuntamente se dedicaba a estafar a adultos mayores de Estados Unidos gracias a la venta falsa de propiedades en lugares turísticos como Puerto Vallarta.
El fin de semana pasado, varios agentes de la Fiscalía catearon el establecimiento al que se dirigían todos los jóvenes cuando desaparecieron sin dejar rastro, entre el 20 y el 22 de mayo, hace ya más de una semana, a excepción de la octava desaparición, denunciada este mismo miércoles. El call center de la calle Víctor Hugo, sin embargo, se encontraba vacío.
En su interior encontraron hojas de marihuana, un trozo de tela y un trapeador con manchas rojizas, posiblemente de sangre.
El lugar no contaba con ninguna licencia para funcionar. Cualquier actividad que se estuviera realizando en el interior estaba “fuera del marco de la legalidad”, según la Fiscalía.
ElPais