El pasado fin de semana fue intensivo, de mucho trabajo para la gente del municipio y del estado. Desde funcionarios de primer nivel, hasta los empleados de menor rango salieron a ensuciarse los zapatos, a broncearse con los fuertes rayos del sol allá en la Fronteriza Baja en donde decenas de familias fueron afectadas por las fuertes lluvias registradas la semana pasada.
El pasado fin de semana fue intenso y demandante para el personal del municipio y el estado. Desde los altos funcionarios hasta los empleados de menor rango, todos participaron activamente, recorriendo las zonas afectadas, enfrentando las secuelas de las lluvias en la Fronteriza Baja, donde decenas de familias sufrieron graves consecuencias tras los intensos aguaceros de la semana pasada.
El domingo, casi como una sorpresa, la gobernadora Maru Campos llegó a la zona afectada en el poniente de la ciudad para hacer un recorrido y dialogar con los vecinos, un gesto necesario en medio de la emergencia.
La gober recorrió las calles, habló con las familias afectadas y aseguró que recibirían apoyo. Demostrando una actitud proactiva y solidaria que generó confianza entre quienes enfrentan esta difícil situación. Además, el estado reaccionó con rapidez al implementar medidas de asistencia y coordinarse eficientemente con el municipio.
Mientras tanto, los funcionarios no se quedan atrás. El representante de la gobernadora, Carlos Ortiz, estuvo al pie del cañón junto al alcalde, Cruz Pérez Cuéllar. Ambos intercambiaron elogios sobre la “gran coordinación” entre los dos niveles de gobierno.
Este tipo de tragedias siempre saca lo mejor de la ciudadanía: vecinos ayudando a vecinos, compartiendo lo poco que tienen, organizándose más rápido que cualquier operación gubernamental. Porque la solidaridad es inmediata, mientras que la política en ocasiones suele llegar tarde… y con cámaras en mano.
