El Instituto Politécnico Nacional (IPN) participó este miércoles 21 de agosto en la misión EMIDSS-7, un proyecto científico desarrollado junto con la NASA que busca probar subsistemas satelitales y experimentos biológicos en condiciones de espacio cercano. El lanzamiento se realizó desde Fort Sumner, Nuevo México, como parte del programa de globos científicos de la agencia estadounidense.
El módulo suborbital, transportado en un globo de helio con capacidad de 11 millones de pies cúbicos, alcanzó una altitud de 37 kilómetros. A bordo llevó 31.8 kilogramos de instrumentos científicos diseñados por instituciones mexicanas. Entre ellos, dos nanosatélites CubeSat llamados TEPEU-1, creados por investigadores del Centro de Desarrollo Aeroespacial del IPN.
Estos dispositivos registraron de forma automatizada datos de temperatura, humedad, radiación ultravioleta, campo magnético terrestre y capturas de imágenes. La información permitirá evaluar el comportamiento de distintos sistemas bajo condiciones extremas de la estratósfera.
Uno de los aportes más llamativos de la misión fue el mini fotobiorreactor “Tecuitlatl”, desarrollado por estudiantes de la UPIIZ del IPN en Zacatecas. Su propósito es analizar el cultivo de espirulina, una microalga rica en proteínas y antioxidantes, como posible fuente de nutrición para astronautas en misiones prolongadas.
La Agencia Espacial Mexicana, la UNAM, el ITESO y otras unidades del Politécnico también colaboraron en el desarrollo de equipos. En total, participaron especialistas de ingeniería, biotecnología y ciencias atmosféricas, reforzando la presencia mexicana en proyectos aeroespaciales internacionales.
Con este vuelo, el IPN se consolida como referente en la exploración espacial de México. Sus investigadores destacan que estas pruebas abren camino a futuros experimentos en órbita y a la preparación de tecnologías que algún día podrían acompañar a misiones tripuladas más allá de la Tierra.