En las últimas dos semanas, Estados Unidos ha intensificado sus operaciones de espionaje militar cerca del territorio mexicano. De acuerdo con información revelada por Carlos Loret de Mola en su programa de Latinus, no fue solo un avión espía, sino 18 vuelos militares los que han sobrevolado la frontera con México en un período récord.
“Estados Unidos no realizó una misión militar con un avión espía en torno a México, realizó 18 misiones, más que nunca antes”, destacó el periodista, citando un reporte de CNN.
Según la información expuesta, los vuelos de la Fuerza Aérea y la Marina de EE.UU. se han registrado en:
El suroeste de Estados Unidos, en la frontera con México.
El espacio aéreo internacional cercano a la península de Baja California.
El Mar de Cortés, entre Sinaloa y Baja California Sur.
Aunque no han ingresado directamente al espacio aéreo mexicano, su cercanía ha levantado preocupaciones sobre la seguridad nacional y el monitoreo de grupos criminales.
CNN reveló que el aumento de las misiones de espionaje tiene como objetivo monitorear los movimientos de los cárteles mexicanos. Anteriormente, Estados Unidos realizaba solo una misión de vigilancia al mes, pero en las últimas dos semanas se han llevado a cabo 18 vuelos, un número sin precedentes.
Los vuelos han sido ejecutados con diferentes tipos de aeronaves especializadas en espionaje y reconocimiento:
P-8 Poseidon: Aviones de la Marina de EE.UU. equipados con radares capaces de detectar submarinos, además de ser capaces de llevar torpedos y cargas de profundidad.
U-2 Dragon Lady: Avión diseñado para misiones de espionaje de gran altitud, utilizado desde la Guerra Fría para vigilar a la Unión Soviética. Puede volar a 70,000 pies de altura, el doble de la altitud de un avión comercial.
Boeing RC-135 Rivet Joint: Especializado en interceptación de comunicaciones, es capaz de espiar señales de radio y teléfonos, transportando una tripulación de hasta 30 personas.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha minimizado la situación, asegurando que los aviones espías no han ingresado al espacio aéreo mexicano. Sin embargo, la cercanía de estas misiones ha generado debate sobre la soberanía nacional y la colaboración entre ambos países en materia de seguridad.
El drástico incremento en el espionaje militar estadounidense cerca de México podría ser una señal de:
Mayor presión de EE.UU. en la lucha contra los cárteles.
Nuevas estrategias de inteligencia militar en la región.
Un cambio en la relación bilateral en materia de seguridad.
Por ahora, México no ha anunciado una postura oficial sobre estas operaciones, pero la opinión pública y los expertos en seguridad advierten que el tema podría escalar en las relaciones diplomáticas entre ambos países.
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