Estados Unidos carece de legitimidad para imponerme una sanción tan grave como la pena de muerte”. Ismael “El Mayo” Zambada, fundador del Cártel de Sinaloa, hizo pública una nueva carta desde la cárcel para exigir al gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación, pues advirtió que, de no hacerlo, la relación bilateral entre ambos países sufrirá un “colapso”.
A través de un escrito presentado en el Consulado General de México en Nueva York, al que tuvo acceso el periódico Reforma, el capo de 77 años, jefe de jefes del Cártel de Sinaloa, insistió en que su detención y traslado a Estados Unidos fue “irregular” e “ilegal”; aseguró que su caso puede sentar un precedente peligroso en la guerra contra el narcotráfico, justo cuando han escalado las tensiones entre ambos países por el tráfico de drogas, específicamente por fentanilo.
“Estados Unidos incumplió su obligación de verificar la legalidad de mi ingreso. Fui privado de mi libertad en territorio nacional, y con engaños fui trasladado de manera coercitiva desde territorio mexicano por un particular mexicano”, indicó Zambada, sin mencionar a Joaquín Guzmán López, “El Güero”, uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán, quien habría coordinado el secuestro y la entrega del Mayo en territorio estadounidense.
La presidenta, Claudia Sheinbaum, confirmó este viernes que el escrito fue entregado al consulado de México en Nueva York y dijo que será analizado por la Fiscalía General de la República (FGR), como parte de una investigación abierta el año pasado por la detención de Zambada en una operación en la que el gobierno mexicano no fue notificado.
“Más allá de esta persona y los delitos que haya cometido, el asunto es el derecho de un ciudadano mexicano a ser juzgado allá sin haber seguido todo el procedimiento y sin ninguna participación del gobierno de México”, declaró la mandataria en su conferencia de prensa.
Capturado a finales de julio en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, “El Mayo” instó al gobierno de Claudia Sheinbaum a intervenir en su proceso judicial para evitar que su caso siente un precedente peligroso para ambas naciones y se abra la puerta a que otros ciudadanos mexicanos, “incluso políticos o funcionarios del Gobierno”, sean sustraídos para ser procesados en Estados Unidos.
“Esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier Gobierno extranjero pudiera, de manera impune, violentar nuestro territorio y soberanía”, se lee en el escrito con fecha del pasado 20 de febrero.
El capo, quien no había sido encarcelado en más de cinco décadas de carrera criminal, fue uno de los objetivos prioritarios de Estados Unidos durante años, con un expediente judicial que se remonta a principios de los 2000. Tras su detención en septiembre pasado, Zambada fue trasladado a Nueva York para comparecer ante el juez Brian Cogan, el mismo que sentenció a “El Chapo” Guzmán a cadena perpetua.
Además de los cargos por narcotráfico, asesinato y delincuencia organizada, la Fiscalía lo acusó en febrero de 2024 de tráfico de fentanilo, la sustancia en el centro de la más reciente cruzada de Washington contra las drogas. El juez Cogan indicó que las autoridades estadounidenses podrían solicitar la pena de muerte, aplicable a delitos de lesa humanidad. El argumento legal se basa en que la epidemia de sobredosis por opioides ha causado cientos de muertes en Estados Unidos. Sin embargo, el caso aún no ha llegado a juicio, y se estima que podrían pasar años antes de que se dicte una condena.
“Si el gobierno de México no actúa (…) seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda”, aseguró el capo que tiene en su poder décadas de información sobre las conexiones políticas del narco, las operaciones de socios y rivales, y el estado de fuerza de los cárteles.
Durante meses se ha especulado sobre la posibilidad de que “El Mayo” coopere con la justicia a cambio de una pena reducida. Incluso, su equipo de abogados insinuó la opción de llegar a un acuerdo con la Fiscalía tras la última audiencia celebrada en enero pasado. Sin embargo, la reciente carta presentada por su defensa parece ser una señal de que existen otras estrategias legales en consideración, lo que podría cambiar el rumbo del caso.
“Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte”, se lee en la misiva del capo, adelantada por el periódico Reforma.
La carta de El Mayo Zambada ha puesto en el centro del debate la soberanía de México, un tema crucial que ha sido defendido por la presidenta Claudia Sheinbaum frente a las crecientes presiones del Gobierno de Donald Trump. La reciente designación de seis cárteles mexicanos como grupos terroristas por parte de la Casa Blanca ha reavivado los temores de una posible intervención militar en México, lo que ha disparado las tensiones diplomáticas entre ambos países.
Sheinbaum ha dejado claro que la soberanía de México “no es negociable” y ha expresado su rechazo a las acciones unilaterales de Estados Unidos. Además, la mandataria ha anunciado que consultará este tema con la Fiscalía General de la República y el equipo jurídico de la Cancillería para evaluar las posibles repercusiones. En medio de esta creciente crisis bilateral, la relación entre México y Estados Unidos continúa siendo puesta a prueba, especialmente en un contexto de guerra contra los cárteles y disputas comerciales.
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