KERRVILLE, Texas — Las fuertes inundaciones que han golpeado Texas han dejado un saldo fatal de 43 personas muertas, entre ellas 14 menores de edad, y 27 niñas aún desaparecidas tras el colapso de un campamento de verano en Kerrville.
El campamento cristiano, que albergaba a unas 750 niñas, fue arrasado por la crecida súbita del río Guadalupe, que subió ocho metros en solo 45 minutos. Las lluvias torrenciales superaron los 300 mm en una noche, un tercio de la precipitación promedio anual.
Rescatistas encontraron cabañas destruidas, vehículos atrapados en árboles y lodo por doquier. Padres como Michael, quien viajó desde Austin, han llegado desesperados para buscar a sus hijas.
“Estuvimos todo el día de ayer con las unidades de crisis”, dijo, mientras buscaba señales de su hija de ocho años.
Las autoridades han desplegado a 500 rescatistas, 14 helicópteros, y fuerzas de la Guardia Nacional y la Guardia Costera. “No nos detendremos hasta encontrarlas”, aseguró el sheriff Lethia.
El presidente Donald Trump envió mensajes de apoyo y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció su llegada al sitio.
Los expertos alertan que el cambio climático ha intensificado las lluvias extremas en la región, volviendo más frecuentes estas inundaciones mortales.
