WASHINGTON.– El presidente Donald Trump, de 79 años, fue diagnosticado con insuficiencia venosa crónica tras una revisión médica motivada por la hinchazón visible en sus piernas durante un evento deportivo el pasado 13 de julio. Según la Casa Blanca, la condición es “benigna y común” en personas mayores y no compromete su salud general.
Karoline Leavitt, portavoz presidencial, informó que se realizaron ecografías Doppler y múltiples estudios clínicos que descartaron trombosis venosa profunda o enfermedad arterial. “El presidente goza de excelente salud cardiovascular y renal”, declaró.
La insuficiencia venosa crónica (IVC) es una afección que ocurre cuando las válvulas de las venas no funcionan adecuadamente, causando acumulación de sangre y presión en las extremidades inferiores. Aunque no representa un riesgo inmediato, sí requiere vigilancia continua, uso de medias de compresión y posibles intervenciones mínimamente invasivas en el futuro.
Las imágenes que dispararon las especulaciones fueron tomadas en la final del Mundial de Clubes en New Jersey, donde se apreciaba a Trump con tobillos visiblemente hinchados. La Casa Blanca aclaró que no hay necesidad de modificar su agenda pública ni eventos programados.
Expertos en salud consultados por medios estadounidenses coinciden en que, mientras se mantenga bajo control médico, la condición no afecta significativamente el desempeño del presidente.
Este nuevo dato se suma al historial médico del mandatario, que incluye pólipos benignos, cirugía de cataratas y un tratamiento preventivo con aspirina. A pesar de las dudas en redes, la Casa Blanca asegura que Trump “se encuentra en plena capacidad física y mental”.
