Florida, EE.UU. — Lo que debía ser un entorno libre de vida resultó ser un paraíso microbiano. Científicos del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA identificaron 26 nuevas especies de bacterias extremófilas en las salas limpias del Centro Espacial Kennedy, donde se preparó la sonda Phoenix enviada a Marte en 2007.
El hallazgo, publicado en la revista Microbiome, pone en duda la eficacia de los protocolos de descontaminación espacial y alerta sobre posibles contaminaciones interplanetarias. Estas bacterias, capaces de resistir radiación, desinfectantes y escasez de nutrientes, poseen genes únicos de reparación de ADN y detoxificación celular.
Según los expertos, si estos microbios pueden sobrevivir a condiciones tan hostiles, podrían resistir también un viaje al espacio, contaminando otros planetas y comprometiendo futuras misiones científicas.
La NASA ya ha comenzado a revisar sus procesos de esterilización. Mientras tanto, científicos y bioingenieros ven en estas especies una oportunidad para desarrollar nuevas aplicaciones médicas y tecnológicas.
“Desentrañar los misterios de microbios que resisten condiciones extremas podría transformar la bioingeniería”, afirmó el microbiólogo Kasthuri Venkateswaran, coautor del estudio.
