Israel lanzó este viernes una serie de ataques aéreos sin precedentes contra al menos un centenar de objetivos en Irán, incluyendo la instalación de enriquecimiento de uranio en Natanz, instalaciones militares y la capital del país. El gobierno iraní calificó la ofensiva como “una declaración de guerra”.
La televisión estatal iraní reportó que “hace unos minutos, el régimen sionista volvió a atacar Natanz”, en referencia directa al bombardeo contra el principal sitio nuclear del país. La agresión también alcanzó otras regiones clave, como el aeropuerto de Tabriz, en la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde un video difundido por la agencia de noticias Mehr muestra llamas y humo saliendo de las instalaciones.
Los ataques han dejado una estela de destrucción y muerte. Las autoridades iraníes confirmaron la muerte del comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, Hosein Salami, así como del alto general Gholam Ali Rashid. También fallecieron el jefe del Estado Mayor, Mohamed Bagheri, y seis destacados científicos nucleares.
La ofensiva ocurre en un momento delicado, en el que las negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní se encuentran completamente estancadas desde abril.
El portavoz de los servicios de emergencia iraníes, Mojtaba Jaledi, informó que al menos 95 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a centros médicos de 12 provincias impactadas por los bombardeos.
Este ataque marca una escalada sin precedentes en las tensiones entre ambos países, en lo que muchos analistas ya califican como el episodio más grave en décadas dentro del conflicto Israel-Irán.