Teherán.— En una contundente y polémica decisión, el poder judicial iraní anunció la ejecución por ahorcamiento de tres hombres acusados de colaborar con la inteligencia israelí, apenas un día después del inicio de un cese al fuego entre Irán e Israel.
Los ejecutados, identificados como Idris Ali, Azad Shojai y Rasul Ahmad Rasul, fueron condenados por intentar introducir al país equipo destinado a cometer asesinatos, según un comunicado oficial. “La sentencia se ejecutó esta mañana (…) y fueron ahorcados”, indicó la autoridad judicial, que difundió incluso imágenes de los tres hombres antes de su ejecución en la ciudad de Urmia, cerca de la frontera con Turquía.
Desde el inicio del conflicto armado con Israel el pasado 13 de junio, Irán ha intensificado sus procesos judiciales contra supuestos agentes del Mossad. Tan solo esta semana, otros dos hombres fueron ejecutados bajo cargos similares.
El ahorcamiento, contemplado por el Código Penal Islámico iraní, es uno de los métodos de ejecución más utilizados en la República Islámica. Se aplica en delitos como asesinato, violación, narcotráfico e incluso protestas políticas, bajo figuras legales como “corrupción en la Tierra”.
Organismos como Amnistía Internacional han denunciado reiteradamente esta práctica, calificándola de violatoria del derecho internacional, especialmente por su uso contra menores y presos políticos. Pese a ello, Teherán defiende la pena capital como herramienta de control y justicia dentro de su soberanía legal.
Según el último informe de Iran Human Rights, más del 50% de las ejecuciones en el país corresponden a delitos no violentos y se realizan tras juicios sin garantías procesales básicas.
