Ciudad Juárez.— Ana, madre de una niña de cinco años, limpia parabrisas en uno de los cruceros más transitados de la ciudad: Avenida Paseo Triunfo de la República y Honorable Lara Leos. Con una franela en mano y una sonrisa cansada, enfrenta diariamente el tráfico y los riesgos de los vehículos que se abren paso entre los semáforos.
“Me la rifo todos los días, pero lo hago por mi hija”, comentó Ana mientras observaba el paso de los autos. La mujer asegura que le resulta casi imposible conseguir un trabajo formal, por lo que esta actividad se ha convertido en su única fuente de ingresos.
Muchos conductores detienen su marcha para entregarle unas monedas o billetes, conmovidos por su esfuerzo y la manera honrada en que busca ganarse la vida.
“Hay días de calor, de frío o lluvia, pero de todos modos salgo a trabajar”, añadió. Ana aprovechó para agradecer a las personas caritativas que le brindan apoyo. “Gracias a los que me ayudan. Cada peso cuenta para que mi hija tenga qué comer”.
Su historia refleja la lucha diaria de muchas madres juarenses que enfrentan la adversidad con valentía, buscando sustento en medio del caos urbano.
