Rusia se alista para comenzar las pruebas en humanos de una vacuna experimental contra el cáncer, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación Gamaleya, el mismo que creó la Sputnik V contra el COVID-19. Este nuevo tratamiento usa tecnología de ARN mensajero (ARNm) y está diseñado para destruir células cancerosas sin dañar el tejido sano.
La vacuna será personalizada para cada paciente, lo que promete mejorar la eficacia del tratamiento y reducir significativamente los efectos secundarios. Actualmente se encuentra en fase de pruebas con animales y se prevé que los ensayos clínicos en humanos comiencen a finales de 2025.
El costo estimado por dosis será de 3 mil dólares (alrededor de 62 mil pesos mexicanos), pero las autoridades rusas han anunciado que sus ciudadanos recibirán la vacuna de manera gratuita, facilitando su acceso.
El presidente Vladimir Putin ha declarado que el país está cerca de lanzar medicamentos inmunomoduladores de nueva generación. Aunque los resultados preliminares son alentadores, el verdadero impacto dependerá del éxito de los ensayos clínicos y su aprobación internacional.
La comunidad médica internacional observa con atención este desarrollo, que podría representar un punto de inflexión en la lucha contra una de las enfermedades más letales del mundo.
