El polémico viajecito de Andy López Beltrán, el junior consentido de la 4T sigue en el top de la tendencia, así nomás por sus kiwis desató el merequetengue entre los altos mandos de Morena, después de que regresó de su gira por Japón a donde fue de paseo y no precisamente para promover la austeridad republicana que tanto pregona su padre.
Otra vez la presidenta, Claudia Sheinbaum, tuvo que torear de nuevo en una nueva faena mañanera las preguntas de los puntiagudos reporteros.
Y como quien dice anda con el micrófono en la mano todo el día, tuvo que salir a dar la cara y explicar que lo de Andy era asunto personal, que no tiene nada que ver con el gobierno y que, a ver si entendemos, los viajes y los gustos caros son cosa privada. Bla bla bla, de plano ya parece disco rayado.
Después, la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, le echó más gasolina al fuego y avivó el debate al exhortar a las y los integrantes del partido a evitar exhibir lujos, aunque cuenten con recursos, y a mantener la austeridad como ejemplo.
Porque, aunque las tentaciones de presumir son muchas, la imagen de sencillez sigue siendo la bandera oficial (aunque algunos dirían que solo en el discurso).
Lo cierto es que cada vez que el junior mete la pata, las figuras de la 4T tienen que hacer malabares para evitar que se les caiga el teatro. Primero fue la famosa casita gris de Houston, luego los amiguitos proveedores y ahora el viajecito internacional.
Todo esto mientras la oposición saborea el espectáculo y espera que la autoridad moral de Morena no se desvanezca entre chamarras de diseñador y boletos de avión en primera clase.
Y como si faltara algo en el drama, la prensa —que nunca duerme— ya anda circulando fotos y publicaciones de legisladores luciendo relojes de lujo, bolsas exclusivas y demás detallitos que hacen temblar el discurso de “gobierno del pueblo”. Luisa María Alcalde dice que nada de esto afecta a Morena, que son distintos y que la ciudadanía lo sabe. ¡Ajá!
Así, entre cartas públicas, regaños internos y deslices en redes sociales, la 4T va sorteando los tropiezos de sus personajes favoritos. Que nadie se llame a engaño: el ejemplo lo dan arriba, pero parece que abajo no todos lo quieren seguir.
Así las cosas, en la política nacional, donde la austeridad es bandera… pero el lujo nunca falta en las maletas.