Por Janeth Escobedo y Eduardo Borunda
El 20 de enero de 2025, Donald Trump tomó protesta como presidente número 47 de los Estados Unidos. Los vuelos de deportaciones han comenzado. Las primeras redadas contra inmigrantes indocumentados en el segundo mandato de Donald Trump y las deportaciones han detonado la tensión política, económica y comercial en Latinoamérica, sin excluir al resto del mundo.
Filas de personas inmigrantes esposadas de pies y manos abordando los aviones son imágenes que duelen, pues son tratados como animales, no como seres humanos cuyo delito ha sido la migración…
“Promesas hechas, promesas cumplidas. Los vuelos de deportación han comenzado”: Así anunció la Casa Blanca el inicio de las deportaciones masivas de inmigrantes no documentados en la era Trump.
Desde su toma de posesión hasta el 5 de febrero de este año, la administración de Donald Trump deportó un total de 4,745 inmigrantes latinoamericanos en situación irregular, quienes fueron retornados a sus países de origen. Ante las deportaciones de Estados Unidos, México ha recibido un poco más de 4 mil personas migrantes.
Ante la situación de las deportaciones masivas el plan del país es aceptar a los repatriados en los centros de atención en la frontera norte y en aeropuertos nacionales en donde se les brindará apoyo integral el cual incluye oportunidades laborales, así como de asistencia social.
Ante la amenaza de Donald Trump de deportar a personas indocumentadas varias ciudades fronterizas como Tijuana, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo y Reynosa trabajan desde semanas antes para ampliar sus albergues para atender a los migrantes deportados.
En Ciudad Juárez, concretamente se han colocado carpas para atender a un número considerable de posibles deportados, sin embargo, ese mensaje tiene un doble sentido. Por un lado, las condiciones climatológicas de la zona fronteriza no hacen creíble que esos espacios sean los más adecuados, incluso, parecen un campo de concentración, según los comentarios de especialistas en el tema.
En Tijuana y Baja California se aprobó por unanimidad una declaratoria de emergencia ante las posibles deportaciones masivas. En el Cabildo se acordó durante una sesión extraordinaria prepararse de manera logística, material y normativa ante una posible contingencia.
La deportación de migrantes no es nada nuevo, siempre ha existido. La gran diferencia es que ahora, ha sido impulsada desde la Casa Blanca con un discurso xenofóbico, victimizando y/o criminalizando a un lado o al otro. Juárez ha sido históricamente también una tierra de migrantes ¿Quiénes de nuestros padres son nacidos en Juárez? La respuesta es básica, pocos hemos o han nacido en Juárez. Pero así como es tierra de migrantes, también ha sido tierra de oportunidades, sin dudarlo.
Recordemos un poco, durante la administración de Barak Obama se alcanzó una cifra récord de deportaciones de migrantes indocumentados establecidos en Estados Unidos. Las deportaciones de Obama parecieran ser una de las más agresivas hasta el momento. Pero la gran diferencia es que no se separaban familias, las cifras se elevaban porque se deportaba a quienes a diario buscaban pasar “al otro lado” de la frontera.
Ante esto también debemos pensar en el impacto económico que tendrá esta situación al país pues ante la llegada masiva de personas migrantes, ¿México tiene la capacidad en puestos de trabajo y en salarios?, pues los salarios que ellos recibían en Estados Unidos están por muy arriba del salario que se recibe en México.
Pero no solo hay que ver la parte negativa de esta situación. La parte positiva es que las personas que vienen deportadas de los Estados Unidos son personas con capacidades, habilidades y conocimientos que pueden lograr buenas oportunidades laborales al dominar un idioma donde crecieron y se desarrollaron profesionalmente.
En conclusión, la nueva era de Donald Trump trae malos augurios a las economías de la región, la frase de Maquiavelo, “más vale ser temido que amado” la aplica Trump para doblegar mentes débiles o gobiernos que no se supedita a mandatos supranacionales. Se dijo durante campaña en el análisis político que iba a usar a México como piñata para centrar su discurso ante una opinión pública estadounidense dividida. Donald Trump va por sus negocios, va por compañías que han salido de su territorio ¿en verdad quiere un bien para su país? La pregunta está en el aire, pero el futuro inmediato se ve tortuoso.
