—No se vayan a quedar pobres los diputados
–Rosario Piedra la falsa héroe
–Lista de retiro de visas huele más a grilla que a justicia
La gobernadora trae entre ceja y ceja el tema hídrico, este jueves Ciudad Juárez recibirá a Maru Campos, quien regresa a la frontera tras unos días de ausencia, motivada por el triste fallecimiento de su esposo, el empresario Víctor Cruz Russek.
Dicen que cuando el río suena es porque agua lleva, y vaya que la mandataria estatal llega justo para encabezar el evento de introducción de agua potable en El Sauzal, acompañada del secretario general Santiago de la Peña, Mario Mata de la Junta Central y Sergio Nevárez de la J+. Todo un escuadrón hídrico listo para la foto.
No es secreto que el tema del agua es el consentido de Maru. Según cuentan los que saben, ha invertido más de tres mil millones de pesos en los últimos tres años, entre renovación de equipos, infraestructura, y obras para que el agua no se convierta en tormenta —o en desastre— cada vez que llueve por estas tierras.
La raza también espera que Maru saque la casta y anuncie apoyos reales para los damnificados por las últimas lluvias registradas en la ciudad. Porque ya se sabe que, aunque el agua une, también puede dividir si no se atienden las necesidades de fondo.
Así que, si no hay sorpresas ni “imprevistos de último momento”, la gobernadora será recibida con las puertas abiertas —y los reclamos listos—. Veremos si en esta visita, además de agua potable, Maru trae alivio y soluciones para quienes más lo necesitan.
Al tiempo, que aquí estaremos para contarlo.
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No cabe duda de que los tiempos cambian, resulta que este año, el Congreso del Estado decidió ponerse la camiseta de la Cruz Roja Mexicana y lucirse —o al menos intentarlo— con un donativo de $138,846.00 MXN.
El presidente legislativo, Guillermo Patricio Ramírez Gutiérrez, encabezó la entrega durante la Colecta Nacional 2025, y hasta recibieron el Distintivo Diamante por su “solidaridad”. Todo muy bonito, todo muy formal, pero…
Para ponerlo en perspectiva, si la cifra salió de la bolsa de los diputados, cada uno soltó apenas $4,000.00 MXN por todo el año. Eso equivale a unos $11.00 MXN diarios, ni para el café y la galleta de la sesión.
En otros tiempos, los diputados solían donar más, porque era tradición y hasta orgullo social. Hoy parece que la austeridad llegó también al corazón legislativo —o más bien, a sus donativos.
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Como falsa héroe se dejó ver Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, salió a presumir —con bombo y platillo— la devolución de $70 millones de pesos a la Secretaría de Hacienda con el fin de apoyar a los damnificados por las lluvias.
Que porque hay que apoyar a los paisanos que sufren por las lluvias torrenciales. Que porque es tiempo de solidaridad y de austeridad. Todo muy bonito… pero vamos por partes.
Primero, la cifra no es poca cosa, representa el 4.06% del presupuesto anual de la CNDH, de ahí que los mal pensados comentan que fue obligada a regresar esos fondos o si verdaderamente lo hizo por mutuo propio.
Hay que recordar que no es la primera vez que se monta en este caballo de la devolución: ya lo había hecho en octubre del año pasado, cuando Otis arrasó Acapulco y volvió a entregar otros $70 milloncitos —que tampoco le salieron de debajo del colchón, claro.
Aquí es donde la trama se pone buena. La desaparición del FONDEN —ese fondo que servía de alivio en emergencias— dejó a muchos paisanos en la cuerda floja. Y, claro, ahora hay que hacer malabares y devoluciones para que el gobierno federal tenga con qué responder.
Pero ojo, porque el dinero que Rosario devuelve no es maná caído del cielo: son los pesos que todos nosotros pagamos con nuestras contribuciones, los mismos que Hacienda reparte como si organizaran una fiesta de cumpleaños, pero con pastel de austeridad.
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Vaya revuelo el que se ha armado con la última lista que salió supuestamente de la embajada de Estados Unido. Dicen las malas lenguas que esa nueva “narcocédula” dejó a más de un político mexicano con el corazón en la mano y las maletas guardadas, pues —según el documento— les cancelaron la visa y se acabaron los paseos por Miami, los shopping tours en Houston y los brunches en Nueva York.
Pa’ que quede claro, entre los señalados aparecen nombres que van desde gobernadores, hijos de presidentes, hasta exfuncionarios y uno que otro operador de campaña: Adán Augusto, Américo Villarreal, Evelyn Salgado, Mario Delgado, Luisa María Alcalde… y la lista sigue que da miedo.
Pero aquí lo curioso del asunto —y lo que no se dice tanto— es que la embajada gringa, bajo el mando del embajador Ron Johnson, parece ya más oficina de espionaje que de diplomacia. No es novedad que la CIA, la DEA, el FBI y hasta el Departamento de Justicia andan metidos hasta la cocina en los temas mexicanos.
Ahora, la pregunta de los 64 mil: ¿de qué sirve publicar listas sin pruebas? ¿Es un mensaje para que se porten bien? ¿Una advertencia, o simplemente un jalón de orejas para recordarnos quién manda?
Lo único cierto es que esto huele más a grilla que a justicia. Al tiempo.
