El Partido México Republicano, que actualmente busca su registro oficial ante el Instituto Nacional Electoral (INE), ha generado controversia al expresar públicamente su respaldo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus recientes redadas migratorias dirigidas a paisanos en Los Ángeles, California. A través de un comunicado oficial, Juan Iván Peña Neder, presidente de esta asociación política —que ya tuvo presencia como partido local en Chihuahua—, argumentó que el gobierno mexicano no debe apoyar la migración irregular hacia el país vecino.
En su declaración, Peña Neder señaló que “si bien es comprensible que una persona busque mejores condiciones de vida fuera de su país, también es legítimo que cada Estado, en ejercicio de su soberanía, defina y aplique políticas migratorias que resguarden su seguridad, economía y marco legal. No puede exigirse hospitalidad sin responsabilidad ni respeto a la ley”. Esta postura contrasta marcadamente con la narrativa tradicionalmente adoptada por la mayoría de las fuerzas políticas en México respecto a la protección de los derechos de los migrantes en Estados Unidos.
El Partido México Republicano no solo avaló las acciones migratorias estadounidenses, sino que también criticó duramente la participación de migrantes mexicanos en las manifestaciones de protesta que se han llevado a cabo en Los Ángeles y otras ciudades de Estados Unidos. “Reprobamos categóricamente las expresiones violentas dirigidas contra autoridades estadounidenses, ocurridas en el contexto de protestas relacionadas con la política migratoria de ese país”, indicó Peña Neder. Si bien reconoció que “la protesta pacífica y legítima forma parte del ejercicio democrático”, sentenció que “la violencia nunca podrá ser considerada un medio válido de expresión ni una vía legítima de presión”.
El comunicado profundizó en la complejidad del fenómeno migratorio, señalando que la mayoría de quienes emigran lo hacen como consecuencia de la pobreza, la inseguridad o la falta de oportunidades en su país de origen. En ese sentido, Peña Neder afirmó que “corresponde a los gobiernos de origen atender con seriedad y compromiso las causas estructurales que obligan a sus ciudadanos a abandonar su país”. El líder del partido lamentó que esta responsabilidad haya sido “reiteradamente eludida mediante declaraciones retóricas (del gobierno de México) que no se traducen en acciones concretas, perpetuando así las condiciones que propician el éxodo migratorio”.
Asimismo, el Partido México Republicano hizo un llamado a los gobiernos de México y Estados Unidos para que fortalezcan los canales de diálogo y cooperación en materia de migración laboral. Enfatizaron la urgencia de “avanzar hacia acuerdos que reconozcan la valiosa aportación de los trabajadores mexicanos a la economía estadounidense”, sin que esto implique “cargas desproporcionadas para dicho país”. El objetivo, según el partido, sería garantizar “condiciones dignas, legales y ordenadas para quienes contribuyen de manera activa al desarrollo de ambos pueblos”.
Esta declaración posiciona al Partido México Republicano en una línea ideológica afín al trumpismo y alinea su discurso con políticas de mano dura en materia migratoria, lo que podría atraer a ciertos sectores de la sociedad mexicana, pero también generar fuerte rechazo en otros. Su enfoque en la responsabilidad del gobierno mexicano para resolver las causas de la migración, en lugar de solo reaccionar a las consecuencias, podría ser un punto clave en su plataforma política de cara a la obtención de su registro y eventual participación en el panorama electoral del país.