En un giro que marca el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica, el cardenal Robert Francis Prevost ha sido elegido como el sucesor del papa Francisco. Con el nombre de León XIV, el nuevo pontífice fue anunciado oficialmente por el cardenal protodiácono Dominique François Joseph Mamberti desde el icónico balcón central de la Basílica de San Pedro, tras la cuarta votación del cónclave.
La elección tuvo lugar en el segundo día de deliberaciones, luego de intensas jornadas en las que los cardenales evaluaron el perfil ideal para conducir la Iglesia en un mundo cambiante. El humo blanco que emergió del techo de la Capilla Sixtina marcó el momento histórico que millones de fieles alrededor del mundo esperaban con ansias.
León XIV, nacido en Estados Unidos, es el papa número 267 de la historia del catolicismo. Su elección representa un posible giro hacia una Iglesia más cercana a los pueblos americanos, especialmente a América Latina, región clave en el crecimiento del catolicismo en el siglo XXI. Prevost ha sido conocido por su compromiso con la pastoral y los derechos humanos, además de su experiencia misionera en Perú.
Miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro estallaron en júbilo al escuchar el tradicional “Habemus Papam”. Entre cánticos y lágrimas, los asistentes vitorearon al nuevo pontífice, quien apareció minutos después para impartir su primera bendición Urbi et Orbi, vestido con la sotana blanca que lo distingue como obispo de Roma.
En su breve pero emotivo primer discurso, León XIV expresó su deseo de continuar con el legado de apertura y compasión iniciado por su predecesor. “Vengo como servidor de los servidores de Dios, con humildad, fe y esperanza”, declaró ante una multitud que lo acogió con calidez.
La elección de León XIV abre un nuevo capítulo para la Iglesia Católica, que enfrenta importantes desafíos: desde el manejo de crisis internas hasta su papel en temas globales como el cambio climático, las migraciones, y el diálogo interreligioso. Los próximos días serán clave para delinear el rumbo que tomará este nuevo papado.
